Soy consciente que este es un tema delicado, de los que levantan ampollas, incluso me atrevería a decir que genera verdaderas discusiones campales, por lo menos en mi casa, mejor dicho, se monta bien tempranito en la cafetería a la que decidamos ir a desayunar, cuando conseguimos coincidir despiertos, al menos dos terceras partes de nosotros, antes de las siete de la mañana.
En la mayoría de los bares y cafeterías de este país, y segurísimo que en muchísimos otros países, se ha puesto de moda servir el café cortado o el café con leche, con una nube de espuma blanca flotando sobre él, nube sobre la que debemos saber que está hecha con leche y a golpe de vaporizador. Y en la mayoría de los bares te dicen que esa capa flotante de espuma blanca láctea, es la crema de tú café.
Algunas veces cuando el camarero, no nos conoce, y ve que estamos retirando toda la espuma que podemos y que la dejamos en un lateral del platillo, comete el error de preguntarnos- ¿no les gusta a ustedes la cremita del café? -, y entonces es cuando suele recibir una respuesta tipo – si señor la crema de café nos encanta, lo que no nos gusta es la espuma de la leche -. Mucha gente, está confundida, la crema del café es una cosa y la espuma de leche es otra muy distinta.
Espuma de café
La espuma de café es leche aireada con vaporizador y sirve para dos cosas básicamente.
Varía el sabor del café, lo hace más dulce y menos ácido. También le cambia la textura en paladar, con respecto a la leche sin espuma.
Da un acabado vistoso a la presentación, llegando incluso al extremo de convertir estas presentaciones en obras maestras del llamado arte latte.
Crema de café
La crema de café se forma gracias a los aceites del grano del café. Una crema consistente nos da algunas pistas sobre el café que nos estamos tomando.
Nos dice sobre la frescura del grano con el que está hecho nuestro café. Un grano joven crea espuma desde el principio de la tirada, por lo que si miramos como se va llenando nuestra taza nos dará la sensación que será solo crema de café.
Que el grano es de calidad y ha sido tostado correctamente.
Si el grano tiene un correcto molido.
Que el café esta emulsionando a una temperatura y presión correctas.
Como se puede apreciar, son dos cosas muy distintas y con distintos nombres. Ni una es mejor que otra, ni la otra mejor que una, de hecho según los expertos que nuestro café con leche, o nuestro café cortado diario, tenga una capa de crema de café o una capa de espuma de leche, no es garantía de que el café sea mejor o peor. Que a cada uno de nosotros nos guste más o menos es algo personal, nosotros elegimos, o por lo menos deberíamos poder elegir, como queremos tomar nuestro café.
En mi caso particular quiero que mi cortado tenga crema de café, no espuma de leche, prefiero que el café salga con una bonita capa de crema de café y que la leche le sea añadida suavemente por un lateral para que no la rompa dicha capa, ni pierda su precioso color avellana. Solo considero justificada la utilización de espuma de leche, si lo que he pedido es un café capuchino. Pero como he dicho este es mi gusto personal solamente y me gustaría, que de vez en cuando, me preguntasen si lo quiero con crema o con espuma.
Foto | bgrimmni
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