Siete películas de amor a la cocina

Cine y gastronomía son dos de mis pasiones que de vez en cuando se unen en una pareja que puede complementarse a la perfección. Hay muchas maneras de reflejar el mundo de la cocina a través de las imágenes de una película, con historias centradas en el propio universo culinario o con deliciosas escenas que nos abren el apetito. Estas siete películas de amor a la cocina son una muestra de lo que puede regalarnos el cine cuando utiliza temas culinarios como un protagonista más de sus historias.

Está claro que la comida son dos aspectos básicos de la vida del ser humano, y por tanto casi todas las películas tienen escenas en las que aparecen escenas de cocina o de personajes degustando diferentes platos. Pero hoy nos detenemos en obras en las que la cocina representa un papel fundamental, aunque a veces sea una excusa para narrar otros temas más universales. Son películas donde la cocina aparece mostrada con detalle, con pasión, con la capacidad de hacernos salivar y casi sintiendo sus aromas traspasando la pantalla.

'Deliciosa Marta' ('Bella Martha', 2001)

No sólo los americanos saben hacer comedias románticas, y 'Deliciosa Marta' es un buen ejemplo de ello. Dirigida por Sandra Nettelbeck, esta película alemana nos cuenta la historia de una chef perfeccionista, egocéntrica y fría, totalmente entregada a su trabajo, cuya vida dará un vuelco al tener que hacerse cargo de su sobrina, y con la llegada de un cocinero italiano al restaurante donde trabaja.

El argumento no es nada original pero su visionado merece la pena por lo bien que está contado. Sin caer en una sensiblería barata o demasiado obvia, la historia de los personajes está contada con elegancia, con cariño, sin precipitaciones ni exentricidades, y es fácil conectar emocionalmente con ellos. Además, es una gozada para los que disfrutamos de la buena mesa.

Siempre me atraen las obras de ficción que se meten de lleno en las cocinas y consiguen transmitir tanta sensación de veracidad, como si las entrañas de ese restaurante pudieran ser las de un local de verdad. La actividad de los cocineros te fascina y te atrapa en cada escena, y cada plato aparece mostrado con gran maestría, abriendo el apetito del espectador en más de una ocasión.

'Chocolat' ('Chocolat', 2000)

Si eres goloso o te gusta especialmente el chocolate, no es buena idea ver esta película sin tener provisiones cerca. Es una buena opción para una tarde fría y lluviosa en casa, con chocolate caliente y galletas al lado, para dejarse llevar por una fábula sencilla que se disfruta mejor sensorialmente que por la historia en sí misma.

La trama es muy obvia y algo exagerada, pero cumple su función gracias en gran medida al romántico pueblo francés, a los buenos actores que hay detrás de los personajes y, sobre todo, a ese maravilloso chocolate. Vianne, la protagonista interpretada por Juliette Binoche, causa un gran revuelo en una pequeña localidad francesa reprimida y apegada a sus tradiciones cuando tienta a sus habitantes con una chocolatería en plena Cuaresma.

Lo más disfrutable del film, más allá de su trama amable con la que podemos conectar emotivamente o no, es el cuidado y amoroso trabajo del chocolate en todas sus formas. La chocolatería es encantadora y viendo a los personajes trabajar dan ganas de participar en ese obrador y llenarnos las manos de chocolate. Un efecto secundario del visionado de esta película, además de antojo de chocolate, es que posiblemente te apetezca probar a elaborar tus propios bombones.

'Julie y Julia' ('Julie & Julia', 2009)

Es posible que esta película ayudara a dar el impulso definitivo de los blogs de cocina cuando se estrenó en 2009, aunque el fenómeno había estallado ya unos años antes. Lo que sí hizo fue introducirnos en España a la mítica figura de Julia Child, cuyo recetario de cocina francesa es ya casi una biblia para muchos cocinillas.

La película nos cuenta en realidad dos historias unidas por una pasión, la cocina, y separadas por varias décadas. Basada en hechos reales, usando como base los libros ‘My Life in France’, de Julia Child y Alex Prud´Homme, y ‘Julie & Julia’, de Julie Powell, nos narra la decisión de Julie Powell de preparar todas las recetas de Julia Child durante un año, y contarlo en un blog. Paralelamente vemos las aventuras de la propia Child cuando se trasladó a Francia siguiendo a su marido y entró en contacto con la cocina francesa.

La historia de Julie no tiene mucha chicha y me temo que puede ser muy aburrida y ñoña para quienes no compartamos su pasión cocinera y bloguera, pues es más fácil identificarse con sus problemas si se tiene un blog culinario. Las andanzas de Julia Child me parecen mucho más entretenidas, en gran medida por el excelente trabajo de Meryl Streep y Stanley Tucci, siempre impecables.

Pese a la sensiblería típica de las películas de Nora Ephron, su directora, por el apartado culinario merece la pena su visionado. La pasión por la cocina de sus dos protagonistas y cómo van descubriendo las diferentes elaboraciones y recetas es fácilmente contagiosa, y es una buena manera de tener una primera aproximación a la tradición gastronómica francesa.

'Un toque de canela' ('Politiki kouzina', 2003)

La película del director y guionista Tasos Boulmetis nos presenta un viaje nostálgico y sensorial entre Atenas y Estambul salpicado de aromas agridulces. Nos cuenta la historia de Fanis, un astrónomo griego nacido en Estambul con gran pasión y hablidades por la cocina, cuyas lecciones básicas las aprendió de su abuelo, dueño de una tienda de especias en Turquía.

De su abuelo el protagonista aprendió de niño lecciones básicas de la vida a través de los aromas de las especias, pues nuestro día a día, igual que la comida, necesita un toque extra de sabor. Fanis se verá obligado a volver a su tierra natal para reencontrarse con su abuelo, y así rememora sus años de infancia, de juventud y todos los conflictos personales e históricos que han rodeado su vida.

Aquellos a los que nos fascina la cocina de estas tierras, con una gastronomía muy cercana a la nuestra pero con una personalidad propia muy marcada, disfrutaremos especialmente de esta película. Es una historia agridulce pero amable, a pesar de que trata temas muy dramáticos, pues se presenta en cierta manera como una fábula o un cuento cargado de metáforas y momentos mágicos con imágenes en las que parece que nos llega el aroma de la canela y del azafrán a través de la pantalla.

'Chef' ('Chef' 2014)

La película más reciente de esta lista ya la comentamos en profundidad a raíz de su estreno el año pasado, pero merece la pena recuperarla para esta selección. Y es que diría que el interés de 'Chef' se basa en un 90% en la pasión por la buena comida que siente su protagonista, encarnado por el propio director John Favreau, gastrónomo empedernido.

La historia en sí realmente no tiene mucho donde rascar y apenas hay ningún conflicto, es demasiado amable con todos los personajes y predecible en su desarrollo. Pero para desconectar un rato y abrir el apetito, es una película simpática, muy de actualidad con la moda que viven los food trucks hoy en día.

Tanto el trabajo del chef en su restaurante de Los Angeles como su periplo en la furgoneta a través de Estados Unidos, en la que sirven sencilla pero apetitosa cocina de tradición cubana, es una gozada para los ojos de los apasionados por la cocina. Cuando la narración se entrega al esquema de las road movies es interesante, además, conocer recetas y platos típicos de diversas ciudades del país, aunque a veces parece más un documental de promoción gastronómica que una historia de ficción.

'Ratatouille' ('Ratatouille', 2007)

Los genios de Pixar volvieron a crear un éxito de crítica y público con esta fantástica película recomendable para todo tipo de públicos. Ya la mencionamos a raíz de la pasada edición de los Premios Oscar, pero me parecía imperdonable no volver a comentar Ratatouille al enumerar películas de amor por la cocina.

Y es que es casi imposible no enamorarse de la rata Remy y de su sueño de convertirse en un gran chef de un restaurante de París. La idea de una rata cocinera es absurda, pero la película crea un universo tan verosímil y lleno de encanto que rápidamente conectamos con sus emociones, nos devuelve a la inocencia de la infancia y nos hace partícipes de esos deliciosos platos que con tanta pasión preparar el peculiar personaje.

El film nos habla de combatir los prejuicios, de la superación personal, de enfrentarse a ignorantes y defender lo que uno cree, de perseguir los sueños y poner pasión en nuestro trabajo. Lo hace además con un halo de magia que te contagia del espíritu de la película, todo con un ritmo perfecto, momentos hilarantes y una animación y diseño visual que te atrapan desde la primera escena.

'Comer, beber, amar' (Yin shi nan un' 1994)

El tercer largometraje del director taiwanés Ang Lee ya apareció en Directo al Paladar hace unos años, pero merece la pena volver a recordarlo. Esta pequeña delicia, en muchos sentidos, es una película sencilla que trata temas cotidianos, centrados en las relaciones familiares, los cambios y los choques entre la vida moderna y la tradicional. Y, cómo no, con la cocina como gran centro alrededor del que se mueven sus personajes.

La primera secuencia del film es de obligado visionado para cualquier apasionado de la cocina, especialmente si somos aficionados a la gastronomía asiática. Chu es un maestro chef a punto de retirarse definitivamente, viudo, que ha perdido el sentido del gusto y vive con sus tres hijas para las que sigue cocinando auténticos banquetes en la obligada cena familiar de los domingos.

Las tres protagonistas femeninas, mostrando caracteres diferentes y chocando cada una a su manera con las tradiciones del padre y del país, se van alejando poco a poco de su progenitor y de su vida familiar. La vida transcurre de forma irremediable, todo cambia y todo evoluciona, y tenemos que aceptarlo, aunque a veces sea doloroso.

Es una película agridulce, con momentos dramáticos pero también con sus dosis de humor más ligero y escenas entrañables. Y es la cocina, los banquetes interminables de multitud de platos que preparar el padre – y una de las hijas -, lo que une a la familia y mantiene vivos muchos recuerdos. En la película aparecen varias decenas de platos tradicionales chinos, algunos realmente espectaculares, y es una gozada ver a los personajes preparar con mimo y perfección cada uno de ellos.

Hay muchísimos más ejemplos de películas que hacen gala de amor a la cocina, y otras muchas con escenas gastronómicas para el recuerdo. La cocina en el cine puede verse reflejada de multitud de maneras diferentes, y abarca todos los géneros, todas las épocas y todas las nacionalidades. ¿Qué momento gastronómico de cine recordáis con mayor apetito?

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