Abeto navideño de moras y grosellas. Receta

Si hay un símbolo de la navidad común en la mayoría de los países, éste es el árbol de navidad, adornado con bolas y estrellas. Pues en plena época hemos preparado este postre, que puede rematar vuestras celebraciones familiares, o servir para meriendas y desayunos. Esperamos que os guste nuestra receta de abeto navideño de moras y grosellas.

Aunque es algo laboriosa de preparar, esta receta no reviste especial dificultad, y puede ser divertido hacerla con la ayuda de los más pequeños de la casa, que podrán participar en su decoración o relleno. Sólo con ver sus caras de felicidad, nos compensará la tarea de ponernos a trabajar el hojaldre.

Ingredientes para 6 árboles

• Una plancha de hojaldre, 1 huevo, mermelada de moras (puede ser de cualquier otro fruto rojo), unas grosellas, anís estrellado, turrón de chocolate y azúcar glacé.

Cómo hacer un abeto navideño de moras y grosellas

Comenzamos con el hojaldre, al que marcaremos unos rombos, con un cuchillo afilado. Una vez separados los rombos, les haremos unos cortes con forma de flecos, desde la mitad del rombo hacia abajo, dejando un triángulo en la parte superior, del que cuelgan los flecos.

Con los recortes sobrantes de la plancha de hojaldre, cortaremos unas tiras, que servirán para reforzar el triángulo y así podremos rellenarlo posteriormente. Para pegar los recortes al triángulo, utilizaremos huevo batido. En cada triángulo ponemos el relleno, dos cucharaditas de mermelada de moras, y a continuación, fleco a fleco, vamos cerrando nuestro abeto navideño.

Tras pintarlos con el resto del huevo batido, los metemos al horno a 190º, utilizando calor arriba y abajo, y lo horneamos hasta que esté bien dorado, aproximadamente unos 10 ó 12 minutos. Una vez frío, podemos rematar el postre, decorando nuestro abeto con bolas de grosella, una estrella de anís y un tronco de turrón de chocolate. Espolvorear con azúcar glacé para conseguir efecto nevado.

Tiempo de elaboración | 50 minutos Dificultad | Media

Degustación

Los abetos navideños de moras y grosellas, se pueden disfrutar tanto fríos, recién sacados del frigorífico, como a temperatura ambiente. Lo que es seguro es que este postre navideño, tanto frío como tibio, sorprenderá a todos, cuando lo llevemos a la mesa. Ya lo comprobaréis en sus caras.