En el libro de Lorraine Pascale del que ya os hablamos en Directo al Paladar, encontramos esta receta de bizcocho al revés con piña caramelizada, canela y ron. Nos recordó a uno que preparaban nuestras madres cuando éramos niños, pero este está enriquecido con canela y ron, dos ingredientes que combinan muy bien.
Lorraine, en su receta, coloca una frambuesa en el centro de cada rodaja de piña, pero nosotros decidimos prescindir de ellas. En realidad, este bizcocho permite variaciones con distintas frutas, si las disponemos con un poco de gracia podemos conseguir una cobertura preciosa y diferente para cada ocasión.
Empezamos precalentando el horno a 180ºC. Derretimos la mantequilla en una sartén a fuego fuerte e inmediatamente añadimos el azúcar moreno. Removemos hasta que se disuelva y espese como un sirope, y luego agregamos las rodajas de piña hasta que tomen un poco de color. Agregamos el ron y cocinamos un minuto más por cada lado.
Escurrimos el líquido que se haya hecho y lo colocamos en el fondo del molde que vayamos a utilizar. Repartimos encima las rodajas de piña y reservamos. Preparamos el bizcocho, mezclamos la mantequilla, el azúcar y la sal en un bol mediano. Lo batimos bien. Agregamos los huevos de uno en uno, batiendo después de añadir cada uno.
Añadir la ralladura de limón y la vainilla y mezclamos unos segundos. Luego incorporamos la harina, la levadura y la canela y removemos con una cuchara. Si la mezcla queda demasiado espesa podemos añadir la cucharada de leche.
Con cuidado, vertemos la mezcla a cucharadas desde poca altura, para que no se muevan las rodajas de piña. Horneamos unos 30 minutos o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio. Dejar enfriar unos minutos antes de darle la vuelta con cuidado en un plato grande.
Con qué acompañar el bizcocho al revés con piña caramelizada, canela y ron
Como esta receta de bizcocho al revés con piña caramelizada, canela y ron es un bizcocho enriquecido, sirve perfectamente para presentar como postre de cualquier comida. Nosotros la servimos con los cafés con nata montada y nos encantó a todos. La capa de caramelo queda muy suave y con un delicioso aroma a canela y ron.