El bizcocho de leche condensada que os traigo hoy es de esas recetas que se usan y se usan a lo largo del tiempo pues siempre salen bien y de una manera muy fácil. Lo que hace que sea un pastel de "fondo de armario" para los desayunos de diario o cuando queramos quedar bien haciendo algo dulce para una merienda con amigos.
Con solo cuatro ingredientes se consigue un bizcocho muy tierno, de textura esponjosa y que aguante perfectamente varios días bien envuelto. Y a pesar de que lleva leche condensada y a priori podemos pensar que será excesivamente dulce, lo cierto es que está muy equilibrado y para nada resulta empalagoso.
Comenzaremos agregando en un bol si lo hacemos a mano o bien en el vaso de una batidora, la leche condensada. Añadimos los cuatro huevos y batimos con unas varillas hasta que sea una mezcla homogénea. Precalentamos el horno a 160 grados con calor arriba y abajo.
Derretimos unos segundos la mantequilla en el microondas y la agregamos a la mezcla, batiendo de nuevo con las varillas. Echamos la harina con la levadura incorporada. Si no tenemos esta, añadimos esos gramos de harina y un sobre de levadura química. Integramos la harina y vertemos la mezcla en un molde engrasado con spray antidesmoldante o un poco de mantequilla.
Horneamos durante 50 minutos a 160 grados y en la parte intermedia del horno. Dejamos una vez cocido 10 minutos que repose en el molde y lo sacamos para una rejilla a que acabe de enfriar.
Con qué acompañar el bizcocho de leche condensada
Es fácil acompañar este delicioso bizcocho de leche condensada, un buen vaso de leche, un café o un té resultan excelentes compañeros de viaje para este cake suave y esponjoso.
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