Hoy os traigo un bizcocho de pomelo y almendra delicioso e ideal para aprovechar esa fruta que queda descolgada algunas veces en el frutero.
En este caso un pomelo rosado lleno de sabor, que le aporta jugosidad al bizcocho en cada bocado pues al pastel se le incorporan gajos enteros de fruta, así como ralladura que le aporta sabor en su interior.
Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados. Seguidamente engrasamos el molde de 23 centímetros de diámetro con la mantequilla ablandada y espolvoreamos de harina, sacudiendo el exceso.
En un bol mezclamos la harina junto con la almendra molida. Reservamos. En el vaso de una batidora batimos con varillas los huevos con 200 gramos del azúcar y la ralladura del pomelo durante seis minutos o hasta que veamos la mezcla con volumen y pálida.
Añadimos el aceite y por último la mezcla de harinas, mezclando con una espátula suavemente. Verter en el molde y colocar los gajos de pomelo formando un círculo y espolvorear con los 50 gramos de azúcar restantes. Hornear durante media hora.
Con qué acompañar el bizcocho de pomelo y almendra
Creo que os va a encantar este bizcocho de pomelo y almendra. Es poco graso, pues no lleva mucha cantidad de aceite de oliva, e ideal para una merienda o desayuno acompañándolo de un café. Este pastel se conserva perfectamente dos o tres días bien envuelto en papel de aluminio o en un recipiente hermético.