No hay nada como levantarse por la mañana y tener listo, para desayunar, algún dulce para mojar con el café. Esta receta fácil de bizcocho de miel y canela es estupenda para empezar nuestra jornada, pues aunque tenga dos días se mantiene tierno y esponjoso, y al llevar miel nos proporciona la suficiente energía para cargar bien las pilas.
Lo preparé con mi sobrina de siete años, que es una golosa empedernida, y me costó contenerla para que no hundiera una cuchara en la masa antes de hornearla. Como me repetía continuamente "es que huele tan bien que dan ganas de comérsela toda", y tenía razón.
Empezamos batiendo las claras de huevo con el azúcar molido hasta obtener una mezcla lisa y espumosa. Añadimos el resto de ingredientes y los batimos todos hasta que estén bien integrados.
Si es necesario, podemos calentar la miel un poco antes, tiene que estar líquida pero no caliente. Dejamos reposar la mezcla en la nevera un par de horas. Untamos un molde de corona con mantequilla, lo llenamos con la mezcla y horneamos unos 20 minutos a 180ºC.
Con qué acompañar el bizcocho de miel y canela
Esta receta de bizcocho de miel y canela es tan fácil de hacer que es ideal para preparar con niños. Además, sirve para dar salida a los sobrantes de claras, así que todo son puntos a su favor para prepararlo. Os animo a hacerlo, está delicioso tanto para desayunar como para merendar.
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