Desde siempre me han encantado los dulces mármol como el bizcocho marmolado cebra, aunque, las primeras veces que lo probé, tenía que conformarme con el que vendían en los supermercados envuelto en un papel plástico de colores. Pero desde que hago repostería lo he cocinado infinidad de veces y de muchas maneras, así que hoy os traigo una versión distinta, un bizcocho mármol de arándanos, en donde el chocolate deja paso a esta fruta tan sabrosa.
Si disponéis de mermelada o confitura de arándanos ya preparada utilizarla como yo he hecho, de otra manera la tendréis que hacer previamente en un cacito con un poco de azúcar y dejarla enfriar antes de utilizarla para dar color a este pastel de desayuno. La idea es que la masa del bizcocho se entremezcle ligeramente con la confitura para crear un bonito efecto mármol cuando lo cortemos.
Para aquellos que no tengáis la confitura, comenzar por cocer durante 20 minutos los arándanos frescos con el azúcar y el limón. Ir aplastándolos mientras que se va haciendo con una cuchara. Reservar hasta que este fría para utilizar en el bizcocho.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Engrasar con 10 g de la mantequilla un molde corona, enharinarlo y sacudir el exceso de harina. En un cuenco, batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar durante tres minutos, con una batidora de mano o un robot de cocina, hasta que esté suave y esponjosa.
Ir añadiendo los huevos uno a uno incorporando cada uno cuando veamos integrado el anterior. Echar la harina en tres veces, intercalándola con la crème fraîche, e ir integrándola en la mezcla húmeda. Verter en el molde la mitad de la masa, repartir la confitura de arándanos y con un tenedor integraral suavemente haciendo unas espirales pero sin llegar al fondo. Cubrir con la masa restante.
Hornear durante 45 minutos o hasta que si pinchamos con un palillo el bizcocho, éste salga limpio. Dejar diez minutos reposar dentro del molde y desmoldar a una rejilla.
Con qué acompañar el bizcocho mármol
El bizcocho mármol de arándanos pertenece al grupo de pasteles jugosos y húmedos que tanto gustan para tomar en desayunos, meriendas o de postre. Esta textura se la aporta por un lado la fruta, pero también la crème fraîche, que hace que las masas queden muy suaves. Os lo recomiendo.
En Directo al Paladar | Bizcocho cebra: la receta del mejor bizcocho marmolado para dejar a todos con la boca abierta
En Directo al Paladar | Receta de bizcocho mármol con Nutella
