Tengamos o no celíacos en casa, esta receta de bizcocho o pastel de chocolate es un triunfo asegurado que conquistará a todo el que la pruebe. Sin pasarse de dulce y con sabor equilibrado, es una receta que sorprende por la ligera y esponjosa miga, que a pesar de todo se mantiene con cierta jugosidad húmeda, potenciando el sabor del chocolate. Su secreto está en la levadura de panadería, pues no lleva impulsor químico como los bizcochos habituales.
Probablemente funcione con otro tipo de harina sin gluten, pero hemos seguido las indicaciones de la autora original que alaba las características que ortorga el alforfón o trigo sarraceno a este dulce. Solo hay que tener un poco de paciencia elaborando la esponja de levadura una hora antes de ponerse con la masa -menos tiempo si hace calor-, pero el resultado merece, y mucho, la pena.
Disponer en un recipiente mediano el agua tibia y disolver la miel. Añadir la levadura, remover y echar la harina de trigo sarraceno. Mezclar bien, tapar y dejar reposar una hora o hasta que haya crecido de volumen y esté burbujente. Sacar los huevos para que no estén fríos de la nevera.
Precalentar el horno a 175ºC sin aire (algo menos si es un horno muy potente) y engrasar o forrar un molde redondo desmontable de unos 20-22 cm de diámetro. Trocear la mantequilla y el chocolate, y poner juntos a derretir al baño maría.
Separar las yemas de las claras de los huevos. Añadir el cacao y la vainilla al chocolate derretido y agregar las yemas y 25 g de azúcar. Mezclar un poco y echar la esponja de harina y levadura; combinar suavemente hasta homogeneizar.
Batir el azúcar restante (50 g) con las claras a velocidad alta duante unos 4 minutos. Incorporar estas claras montadas a la masa principal en varias tandas, usando una espátula con movimientos envolventes, hasta tener una masa homogénea esponjosa.
Llenar el molde y hornear a media altura durante unos 40-45 minutos, girando el molde a mitad de la cocción para que se haga más homogéneamente. Comprobar el punto hacia el final con un palillo para evitar que se haga demasiado.
Dejar enfriar fuera del horno, sobre una rejilla, al menos 20-30 minutos antes de desmoldar con cuidado, y dejar enfriar por completo antes de decorar con azúcar glasé tamizado o cacao, si se desea.
Con qué acompañar el bizcocho panadero de chocolate
El intenso sabor a cacao de este bizcocho panadero lo convierte en un buen candidato a ser acompañado con helado de vainilla, crema inglesa tibia o nata montada, aunque para algo más ligero recomendamos simplemente buen yogur natural aromatizado con vainilla y frutos del bosque o alguna compota. En realidad no necesita más que nuestra bebida favorita, fría o caliente, para gozar de su esponjosa textura en el desayuno, la merienda o la sobremesa.
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