¿Cuánta gente sigue usando el microondas solo para recalentar? Sigue siendo la función más útil, pero es una pena no aprovechar un aparato de semejante tamaño para mucho más en la cocina. Confieso que me resistía a "hornear" masas dulces con este electrodoméstico, pero este sencillísimo bizcocho de zanahoria exprés me ha convencido de también es un buen recurso para la repostería, casi tan fácil como hacer un bizcocho de zanahoria en Thermomix.
Las cantidades son para un bizcocho pequeño pero que da perfectamente para repartir entre cuatro o incluso seis raciones comedidas, estupendo si tenemos invitados en casa para tomar el café o merendar. Yo utilizo un molde redondo especial para microondas pero podéis usar cualquier otro, incluso de cerámica o loza, bien engrasado.
Lavar las zanahorias, cortar los extremos y pelar ligeramente con un pelaverduras. Rallar con un rallador fino o un procesador de alimentos y pesar para obtener los 100 g necesarios (gramo arriba, gramo abajo).
Disponer en un recipiente para microondas y mezclar con la ralladura de lima o limón, la canela, la leche y, si se desea, un poco de vainilla. Tapar y calentar 3 minutos a máxima potencia (750W-800W). Retirar, abrir y remover un poco.
Agregar las harinas, la levadura, la sal, el aceite y el huevo encima. Rápidamente mezclar todo rompiendo bien el huevo y combinar hasta ter una masa homogénea. Nivelar bien, tapar y volver a calentar durante 4 minutos a máxima potencia (750W-800W).
Retirar, abrir y comprobar que está bien cuajado pinchando con un palillo. Si saliera mojado, volver a calentar a máxima potencia en intervalos de 30 segundos. Desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Se puede servir tal cual o decorado con una mezcla de queso crema, azúcar glasé y vainilla. Yo solo usé queso y vainilla, sin endulzar más, con canela molida por encima. Es importante que esté totalmente frío antes de cubrir con el queso.
Con qué acompañar el bizcocho de zanahoria
Un aromático y tierno bizcocho de zanahoria exprés como este es perfecto para un capricho dulce rápido en el desayuno, para la sobremesa o para la merienda, con un buen café, té o vaso de leche. También combina de maravilla con un licor o vino dulce, especialmente si hemos sido generosos con las especias.