Una sabrosa variante del clásico de yogur es este bizcocho de limón y queso quark, que acompañamos de una salsa rápida de cerezas. Sencillo, fresco y esponjoso, es perfecto para desayunos y meriendas en buena compañía en casa.
El queso quark es muy típico en Centroeuropa y ya un ingrediente más que conocido en nuestro país. Se puede sustituir por un queso cremoso batido de poca grasa, y es que tiene la textura casi de yogur espeso, con un sabor muy neutro. Aporta una jugosidad estupenda a masas de dulces como esta.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde redondo, preferiblemente desmontable. Colocar la harina, la almendra molida, el azúcar, el azúcar vainillado, la sal y la levadura química en un cuenco mediano. Mezclar bien con unas varillas.
Formar un hueco en el centro y agregar el queso quark, los huevos, el aceite de oliva, el zumo de limón y un poco de su ralladura, sin llegar a la parte blanca. Batir un poco hasta romper las yemas y continuar mezclando incorporando poco a poco los ingredientes secos. Llevar al molde cuando tengamos una masa homogénea.
Hornear durante unos 30 minutos, hasta que se haya dorado y al pinchar el centro con un palillo salga limpio. Esperar unos minutos, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Decorar con azúcar glasé tamizado cuando esté totalmente frío.
Para la salsa rápida de cerezas, trocear unas cuantas en un cuenco que no sea metálico, agregar azúcar al gusto y un chorrito de agua. Calentar a máxima potencia 2-3 minutos, y comprobar la textura. Corregir el nivel de azúcar. Se puede preparar con fruta congelada.
Con qué acompañar el bizcocho
Este bizcocho de limón y queso quark con salsa rápida de cerezas es perfecto para merendar en las largas tardes de verano, o para empezar el día con buen pie. El sabor cítrico que tiene el bizcocho combina muy bien con el dulzor de las cerezas.