Ya comienzan a verse fresas en el mercado, así que como al principio no tienen excesivo sabor, vamos a emplearlas en preparar un postre delicioso, un cake roll de fresas y mascarpone que creo gustará a todos los miembros de la familia, desde los peques hasta los mayores.
El cake roll de hoy, también llamado jelly cake, es muy similar o casi igual a nuestro clásico brazo de gitano, pero en este caso con un twist en su interior, ya que va relleno de una crema con mascarpone, de textura muy suave y que contrasta con la confitura de fresas clásica que la acompaña.
El roll o jelly cake hace presencia hacia 1852 cuando se publicó en el norte del estado de Nueva York una receta para un bizcocho esponjoso relleno con mermelada.
En Estados Unidos la terminología ha cambiado con el tiempo. Jelly cake, roll jelly cake, swiss roll, jelly roll y rolled jelly cake fueron todos los nombres que se le dieron a este plato desde 1852 hasta 1877. Para posteriormente quedarse con el apodo cake roll que se popularizó rápidamente y se tuneó con distintos ingredientes, para llegar a tener una gran variedad de rolls cake de infinitos sabores.
Comenzaremos preparando la crema chantilly con mascarpone para el relleno. Para ello, ponemos en un bol en agua fría las hojas de gelatina. Dejamos hidratar durante 10 minutos.
Después hervimos la leche con la vaina de vainilla y el azúcar. Dejamos infusionar tapado durante 15 minutos. Pasamos por un colador, añadimos las hojas de gelatina escurridas y fundidas unos segundos al microondas y el queso mascarpone.
Utilizamos la batidora de mano para que la masa quede lisa. A continuación, añadimos la nata fría y mezclamos con una espátula hasta obtener una consistencia homogénea. Dejamos reposar durante 12 horas en el frigorífico. A continuación, batimos a velocidad media hasta que la nata coja volumen y se vuelva espesa. Reservamos en una manga pastelera con una boquilla ancha.
Para hacer el bizcocho enrollado, precalentamos el horno a 180°C. Preparamos una bandeja para hornear con un tapete de silicona o una hoja de papel de horno de unos 35x35 cm o una bandeja para hornear de 40x30cm.
Batimos con una batidora las yemas de huevo y el azúcar A utilizando un accesorio "batidor" hasta obtener una masa clara y voluminosa. Por otra parte, batimos las claras con el azúcar B en un bol aparte hasta obtener una espuma ligera, estable pero elástica.
Añadimos el merengue a las yemas batidas en varias veces, removiendo constantemente con una espátula. A continuación, añadimos la harina tamizada y mezclamos suavemente con una espátula. Por último, en pequeñas porciones, añadimos el aceite vegetal mezclado con la leche a temperatura ambiente.
Mezclamos suavemente hasta obtener una masa homogénea. Vertemos la masa en un molde y la aplanamos con una espátula. Horneamos de 10 a 12 minutos. El bizcocho tendrá un color dorado uniforme y saldrá fácilmente del molde sin pegarse. Dejamos enfriar el bizcocho a temperatura ambiente.
Para terminar nuestro cake roll, montamos la nata chantilly hasta obtener una consistencia elástica. Colocamos el bizcocho sobre un papel de pergamino y extendemos la confitura de fresa sobre la superficie del bizcocho repartiéndola bien.
Echamos unos 180 g de nata montada por encima y alisamos con una espátula. En el borde estrecho del bizcocho ponemos con la manga un tubo de nata a una distancia de 1 a 1,5 cm del borde. Al levantar el pergamino, giramos suavemente el rollo por dentro, presionando ligeramente después de hacer cada vuelta.
Colocamos el rollo ocultando el cierre por debajo en una bandeja de horno y lo refrigeramos durante una hora. Una vez estabilizado, cortamos los bordes del rollo de bizcocho. Decoramos con azúcar glas, hacemos en la superficie una decoración con la crema de nata y mascarpone y colocamos algunas fresas frescas por encima.
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Con qué acompañar el cake roll de fresas y mascarpone
El cake roll de fresas y mascarpone es un postre ligero y fresco donde los haya, perfecto para tener en cuenta como broche de cualquier comida que ya sabe primaveral o incluso veraniega, donde queramos un dulce que prácticamente le gusta a todo el mundo. Podemos acompañarlo con un coulis de fresas o de otra fruta de nuestro agrado.
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