Aunque la temporada de fresas llega a su fin, todavía es posible encontrarlas en los mercados y preparar con ellas estas deliciosas fresas escabechadas al agua de azahar. Un dulce original y muy sencillo de elaborar que os va a dejar sorprendidos.
Que no os eche para atrás el hecho de llevar vinagre entre sus ingredientes, pues os puedo garantizar que el punto que este le aporta al conjunto es maravilloso. Conviene, eso si, servir las fresas escabechadas al agua de azahar con algún tipo de salsa, nata, helado, yogur o similar para equilibrar sabores. Vamos, no os quedéis con las ganas de probarlo.
Lavamos las fresas (o fresón) bajo un chorrito de agua fría y las escurrimos bien. Cortamos la parte superior para retirar las hojas y reservamos. En un cacito, mezclamos el vinagre de manzana junto con el agua, el azúcar y el agua de azahar. Colocamos al fuego y llevamos a ebullición. Dejamos cocer cinco minutos y retiramos.
Introducimos las fresas en un bote de cristal y las regamos con el líquido en caliente, asegurándonos que quedan bien cubiertas. Cerramos el tarro (el bote se llenará de vapor) y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de introducir en la nevera, donde dejamos reposar la mezcla durante 24 horas.
Durante el tiempo de reposo, las fresas absorberán gran parte del líquido y aumentarán de tamaño. Las escurrimos y cocemos el líquido a fuego medio-alto durante 20 minutos para reducir su volumen. Si queremos aumentar el punto de dulzor, agregamos una cucharada de azúcar en este último paso. Dejamos enfriar antes de servir junto con las fresas.
Con qué acompañar las fresas escabechadas al agua de azahar
Por ser un postre a base de fruta, las fresas escabechadas al agua de azahar son perfectas para rematar una comida copiosa o, incluso, una cena de verano. Es recomendable tomarlas bien frías y acompañadas de nata montada, espolvoreadas con algún fruto seco triturado que le aporte una textura crujiente.
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