El sabor y la textura de unas magdalenas tradicionales no se puede comparar con ningún otro producto de repostería. Por mucho que tengan una forma similar -se usa el mismo molde, tiene sentido-, no tienen nada que ver con muffins o cupcakes, ni tampoco con las madeleines francesas.
En realidad todos tenemos una idea clara en mente de cómo debe ser una magdalena con el sabor de siempre, porque siguen ligadas a recuerdos de infancia, al calor del hogar, a meriendas y desayunos con bigotes de leche. Por eso, aunque sean un capricho ocasional, también los celíacos y los intolerantes a la lactosa merecen poder disfrutar de magdalenas sin gluten de vez en cuando.
Afotunadamente, no resulta complicado sustituir la harina de trigo y los lácteos en una buena receta de magdalenas, sin perder sabor o textura. En esta versión usamos una mezcla de harina de arroz y almidón de maíz (maizena), que además facilitan obtener una miga esponjosa y suave. La clave, como siempre, está en el batido de los huevos, y un ligero reposo que ayudará al levado. No confundir la maizena con la harina de maíz, que hemos usado en otras recetas que sí tienen gluten como las magdalenas integrales de espelta y maíz.
Ingredientes
- Huevo (unos 170 g sin cáscara) 3
- Azúcar (y un poco más para cubrir, opcional) 100 g
- Leche o bebida de soja 50 ml
- Aceite de oliva virgen extra 85 ml
- Ralladura de limón
- Harina de arroz 150 g
- Almidón de maíz (maizena) 75 g
- Levadura química (impulsor, aprox.) 14 g
- Sal 4 g
- Canela molida 1 pizca (opcional)
Cómo hacer magdalenas sin gluten y sin lactosa
- Tiempo total 35 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 15 m
- Reposo 1 h
Si es posible, partiremos de ingredientes a temperatura ambiente, aunque no es estrictamente necesario en esta receta. Comenzar batiendo con batidora de varillas los huevos con el azúcar en un recipiente hondo, durante, por lo menos, cuatro o cinco minutos.
La mezcla tiene que casi triplicar el volumen inicial y mostrarse esponjosa y pálida. Añadir entonces la leche, el aceite y la ralladura de limón, y batir un par de minutos más.
Incorporar las harinas, la levadura y la sal con la canela opcional. Batir a velocidad baja lo justo para tener una masa totalmente homogénea, sin grumos ni rastros secos. Tapar con un paño y dejar reposar, como mínimo, media hora. En la nevera si va a ser más tiempo.
Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja de magdalenas o muffins con 12 cápsulas, o simplemente engrasar con aceite. Dependiendo del tamaño podremos hacer 12-15 unidades. Llenar cada cavidad dejando un dedo de espacio por arriba, y añadir azúcar si se desea obtener una costra.
Hornear bajando la temperatura a 200ºC, durante unos 15 minutos. Vigilar hacia el final del tiempo para evitar que se quemen. Esperar un par de minutos fuera del horno antes de desmoldar con cuidado y dejar sobre una rejilla. Si las hemos horneado sin cápsula, habrá que esperar un poco más para desmoldar.
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Con qué acompañar las magdalenas sin gluten
No tiene mucho misterio el "maridaje" de estas magdalenas sin gluten y sin lactosa; con leche o bebida vegetal, café o té, un vaso de zumo o agua, fruta fresca o cacao caliente, las magdalenas apetecen sobre todo en desayunos de fin de semana o meriendas hogareñas. Guardar en un recipiente hermético.
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