Revalorizada en los últimos años, la masa madre o fermento natural se ha ganado un hueco también en los hogares sobre todo a raíz del confinamiento. El panadero aficionado se ve obligado a menudo a tener que descartar los excesos de su preciada criatura, pero pueden convertirse también en unas esponjosas magdalenas, entre otras delicias.
Para tener nuestra masa madre en plena forma hay que mantenerla activa, refrescándola y alimentándola cada cierto tiempo, y según nuestras necesidades. Siempre es una pena tirar la que nos sobra, por eso esta receta es perfecta para combatir un poco más el desperdicio en casa, y de paso darnos un capricho dulce con el sabor de la repostería de siempre.
Si tus magdalenas soñadas son esas inconfundibles de aceite de oliva, con un copete marcado pero sin exagerar, y una miga esponjosa y sabrosa, tierna y muy aromática, esta receta es para ti. La masa madre no actúa levando la masa, necesitamos aún respetar el batido de los huevos y añadir un impulsor químico, pero sí ayuda a dar estructura y sabor, y además prolonga la conservación.
En este caso utilizamos masa madre al 100% de hidratación, alimentada siempre con la misma cantidad de agua que de harina, sea blanca o integral. No es necesario que esté en plena actividad burbujeante, pero sí recomendable que haya recibido algún refresco recientemente. Podríamos añadir un poco de masa madre también a recetas como las magdalenas sin gluten.
Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja o molde con 12 cavidades para magdalenas, engrasándolas o cubriéndolas con cápsulas de papel antiadherente.
Disponer en un recipiente hondo los huevos, la ralladura de limón (lavado) y el azúcar. Batir con batidora de varillas durante 5 minutos o hasta que haya crecido en volumen y esté espeso y pálido.
Añadir el aceite de oliva, batir un poco más, y echar la masa madre y la leche. Batir a velocidad baja hasta incorporar. Agregar la harina tamizada, la levadura y la sal, y batir ligeramente hasta tener una masa homogénea.
Repartir en los moldes llenándolos hasta 3/4 de su capacidad. Añadir azúcar por encima si se desea. Introducir en el horno, bajar la temperatura a 180ºC y cocer hasta que estén bien doradas, unos 18-20 minutos.
Esperar brevemente tras sacarlas del horno, desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejilla. Guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar las magdalenas de masa madre
Pocas sugerencias novedosas podemos hacer sobre cómo degustar unas ricas magdalenas caseras. En el desayuno, a la hora de la merienda o en la sobremesa, son deliciosas acompañadas de un vaso de leche o bebida vegetal fresquita, con el café, un té o un batido de frutas. En verano sientan de maravilla con un vaso de horchata o leche merengada.
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