Aún recuerdo la primera vez que preparé merengue. Al cabo de unos minutos después de montarlo, empezó a soltar líquido y a quedar blandito, al final acabé desechándolo. Por eso, cuando descubrí cómo hacer merengue italiano paso a paso me alegré mucho, pues es la forma más rápida y segura de conseguir que las claras no se deshagan al montarlas.
Las cantidades que os doy de ingredientes podéis aumentarlas o reducirlas, según el merengue que necesitéis, pero siempre en la misma proporción, así no os fallará. Mejor si las claras están a temperatura ambiente y, si tenéis de congeladas, aprovechad para usarlas, sólo tenéis que acordaros de descongelarlas con tiempo.
Empezamos preparando el almíbar, para ello ponemos un cazo al fuego con el agua y el azúcar. Los dejamos hervir hasta que alcancen una temperatura de 120ºC. Lo más cómodo es disponer de un termómetro, pero si no lo tenéis calculad, aproximadamente, unos 15 minutos.
Mientras, ponemos las claras de huevo en un bol grande (tened en cuenta que al añadir el almíbar la mezcla crecerá) y las batimos ligeramente con una batidora de varillas, junto al cremor tártaro.
Una vez que el almíbar ha llegado a su temperatura, lo vamos añadiendo a las claras muy lentamente, en un hilito, mientras continuamos batiendo hasta que se enfríe y se formen picos. Veremos como poco a poco va volviéndose brillante y adquiriendo firmeza. Ya está listo para utilizar.
Con qué acompañar el merengue italiano
El merenge me gusta tanto que me lo comería a cucharadas recién preparado, pero esta receta de merengue italiano tiene infinidad de aplicaciones en repostería: tartas, pasteles, para hacer macarons o cocido en el horno, de cualquier forma está igual de delicioso. Ya me contaréis.
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