Jugoso e intensamente chocolatoso, esta variante del brownie, bautizado como darkie en su publicación suiza original, no es apto para quienes prefieren un chocolate con leche más suave o reniegan del toque ligeramente amargo del cacao más puro. Para todos los demás, no podemos más que animaros a prepararlo, pues además hemos adaptado la receta para hacer un dulce sin azúcar y sin gluten.
Por un descuido -qué malas son las prisas en la cocina- se nos olvidó echar bicarbonato a la masa, pero realmente nos gustan más los brownies que prescinden de impulsores, más allá del huevo. Al fin y al cabo, así se inventó este dulce originalmente, resultando un bocado más jugoso, menos "abizcochado", que para eso ya tenemos los bizcochos de chocolate. Claro que si prefieres un toque algo más esponjoso, puedes añadirle la correspondiente 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico.
Precalentar el horno a 180ºC sin aire y forrar o engrasar un molde cuadrado de unos 20x20 cm. Trocear la mantequilla y el chocolate y fundir ambos al baño maría, mezclando suavemente.
Batir aparte con unas varillas manuales los huevos, el erititrol y la vainilla. Añadir la mezcla fundida ligeramente enfriada, que no esté excesivamente caliente, y remover con cuidado.
Tamizar encima la harina de trigo sarraceno con la sal, el cacao y, si se desea, 1/4 cucharadita de bicarbonato. Combinar con la masa húmeda hasta que no haya grumos secos y verter en el molde.
Añadir por encima las almendras crudas o nueces, o mezclar en el interior de la masa, presionando un poco con cuidado. Hornear durante unos 15-20 minutos, según la potencia del horno y el punto de jugosidad deseado, teniendo en cuenta que cuajará algo más al enfriarse.
Wilton - Bandeja de Horno Cuadrada (20 cm)
Con qué acompañar el darkie o brownie sin azúcar y sin gluten
Café o un vaso de leche o bebida vegetal son los maridajes que más nos gustan en casa para acompañar dulces intensos de chocolate, aunque tampoco le va nada mal una copa de vino dulce o incluso un vino tinto con toques de frutos rojos. Para equilibrar su intensidad podemos servirlo con helado de vainilla, nata montada sin endulzar o una salsa de yogur y vainilla.
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