Una de las cosas que más me ha gustado de esta receta griega de dulces de mandarina es el delicioso aroma que desprenden ¡me encanta el olor de esta fruta! Os aseguro que cada mordisco es una auténtica tentación y es muy difícil dejar de comer estas bolitas azucaradas.
Estos dulces los encontré navegando por internet y enseguida supe que iba a hacerlos. No son nada empalagosos y se mantienen en perfectas condiciones mucho tiempo si se guardan en un recipiente hermético.
Empezamos pelando las mandarinas, yendo con cuidado de retirar toda la parte blanca de las cáscaras para que no amargue. Echamos las pieles en un bol, las cubrimos de agua y las dejamos reposar durante 6 horas. Las colamos, las ponemos en un cazo al fuego con agua y las cocemos hasta que estén tiernas (45 o 60 minutos).
Colamos las pieles y las dejamos enfriar ligeramente. Las trituramos con la batidora, añadiendo 2 o 3 cucharadas del zumo de mandarina para facilitar el triturado. Añadimos las almendras y seguimos triturando hasta conseguir una crema homogénea. Este paso también podemos hacerlo con un robot de cocina.
Aparte, en una cacerola antiadherente, echamos el resto del zumo y el azúcar y lo cocemos todo, removiendo hasta que se disuelva el azúcar. Una vez disuelto, dejamos hervir este almíbar 5 minutos más sin removerlo hasta que espese. Añadimos la mezcla de mandarina y almendra y lo dejamos cocer todo junto unos diez minutos, removiendo de vez en cuando.
Cuando la mezcla se despegue de las paredes del cazo, lo retiramos del fuego y lo dejamos enfriar. Forramos una bandeja grande con papel vegetal. Nos humedecemos las manos con agua y vamos formando bolitas del tamaño de una nuez. Las colocamos en la fuente y las dejamos secar 24 horas. Por último, rebozamos los dulces de mandarina en azúcar molido y las guardamos en un recipiente hermético.
Con qué acompañar los dulces de mandarina
Esta receta griega de dulces de mandarina es perfecta para servir después de una copiosa comida en la sobremesa que apetece algo dulce, porque son muy ligeras. Aunque, según he leído, en Grecia los dulces en general no se sirven después de las comidas sino para acompañar un café o un té a media tarde. Es también otra opción atractiva para saborear esta receta.
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