El pan puerquito de piloncillo es de los panes tradicionales más populares, y no los incluimos en la categoría de pan dulce, sino de panes tradicionales como el pan de nata, pan de feria, pan de leche e incluso las gorditas de nata ¡todos esos panes que nos encantan!, hoy vamos a compartirte cómo hacer el pan puerquito de piloncillo en casa, queda tan rico como el de la feria.
Esta receta es espectacular porque nos recuerda a las ferias tradicionales, los ingredientes clásicos y para compartir con nuestros familiares en cualquier ocasión, sobre todo en invierno, ya que son perfectas para acompañar con una bebida calientita como lo es un buen atole.
La clave no está en la masa, que, aunque sabe super rica, la llave está en conseguir un cortador que tenga la forma de puerquito que tanto amamos. Afortunadamente puedes conseguir tu cortador en forma de puerquito en tiendas en línea como Amazon o plataformas similares.
Cómo hacer el pan puerquito de piloncillo en casa
Para comenzar calentamos una taza de agua y cuando suelte hervor, añade la canela y el piloncillo. Calienta a fuego medio por 30 minutos hasta formar una miel densa. Retira la rajita de canela y reserva la miel a temperatura ambiente.
Tamiza la harina para evitar grumos o que quede muy seco tu pan de puerquito. Mezcla 500 gramos de harina junto con tres huevos, el bicarbonato y la manteca vegetal. Bate hasta que todo quede bien incorporado.
Agrega la miel de piloncillo tibia para que no te quemes, mezcla con una pala si no está lo suficientemente frío hasta tener una masa pegajosa y homogénea. Luego extiende plástico film sobre la mesa y envuelve la masa por completo con ella. Refrigera por 2 horas.
Espolvorea de harina una superficie limpia, extiende la masa con un rodillo y corta el pan o galleta con un cortador en forma de puerquito.
Coloca papel encerado sobre una charola para horno y encima coloca los puerquitos. Hornea a 180°C por 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
Retira del horno y deja enfriar por completo antes de acompañar con un café o bebida calentita.
Si gustas, estas galletas las puedes acompañar con una bebida caliente o fría, como un café con leche, una infusión, un vaso de leche o un chocolate a la taza, haciendo así un desayuno o merienda muy completo.
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