Las fresas con nata son un clásico quizá algo viejuno pero que jamás morirá porque, sencillamente, están buenísimas. Pero si queremos dar un toque más elegante y distinguido a nuestro postre en primavera, podemos emular a la corte francesa del siglo XIX con unas copas de fresas Romanoff.
La receta es muy simple y tiene muchas variaciones según la fuente que se mire, además admite hacer cambios a ojo según el gusto. Se dice que fue creación del chef y gastrónomo Antonin Carême, considerado padre de la alta cocina y que trabajó para la familia del zar Nicholas I de los Romanoff. Reinterpretado a lo largo de las décadas en Francia, Rusia y muy popular en Estados Unidos, básicamente se trata de macerar las fresas y servirlas con una nata semimontada.
Se pueden macerar solo con licor o combinar con zumo de naranja, que es nuestra opción preferida; para quienes no puedan consumir bebidas alcohólicas solo tienen que usar exclusivamente zumo natural. Otras versiones usan exclusivamente vodka, algunas combinan la nata con otro lácteo cremoso (nos gusta usar crème fraîche o yogur espeso) y hay quien incluso mezcla las fresas con otros frutos rojos.
Ingredientes
- Fresa (aproximadamente) 900 g
- Zumo de naranja recién exprimido y colado 80 ml
- Grand Marnier o Cointreau u otro licor afrutado o más zumo 60 ml
- Nata líquida para montar muy fría 400 ml
- Azúcar (más o menos, al gusto) 50 g
- Esencia de vainilla (opcional) 5 ml
- Crème fraîche o nata agria (sour cream) o yogur griego natural 120 g
- Menta fresca o hierbabuena al gusto
Cómo hacer fresas romanoff
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 20 m
- Reposo 2 h
Lavar y secar las fresas o fresones y cortar en piezas del tamaño y forma que se prefiera, procurando que no sean muy pequeñas, retirando el rabito. Disponer en un recipiente y añadir el zumo de naranja con el licor y, opcionalmente, un poco de vinagre de Jerez o de Módena. Remover, tapar y refrigerar unas dos horas, removiendo de vez en cuando.
Sacar las fresas de la nevera antes de montar la nata para que no estén tan frías. Comenzar a [batir la nata con las varillas eléctricas hasta que coja un poco de cuerpo; agregar el azúcar y la vainilla y batir lo justo más hasta semimontarla. El postre queda mejor si no hace picos duros al separar las varillas, más cremoso.
Incorporar, si se desea, la crema fresca o yogur o queso mascarpone, removiendo suavemente hasta que quede homogéneo. Servir las copas repartiendo las cantidades deseadas de fresas maceradas con parte del líquido y nata. Decorar con unas hojas de menta y/o ralladura de naranja.
Con qué acompañar las fresas romanoff
Unas copas de fresas romanoff son un broche fresco pero goloso y elegante para cualquier menú primaveral o veraniego, pero recomendamos montar las raciones al momento. Se pueden combinar capas alternas, estilo triffle, o llenar el fondo del cuenco con fresas y cubrirlas con nata; al gusto. En Estados Unidos suele gustarles añadir, además, helado de vainilla.
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