Solo tres ingredientes pueden hacer magia, también en el mundo dulce. No vamos a vender estas galletas de avena y tahini como saludables, porque tienen su buena cantidad de azúcar, pero sin duda son mucho más nutritivas que las, digamos, normales. Si te gustan las galletas crujientes de verdad, esta receta te conquistará, especialmente porque se preparan en un suspiro.
Simplemente hemos reducido un poco la cantidad original de azúcar de la receta de Food52, ya nos parecen bien dulces. La textura final puede cambiar un poco dependiendo del tipo de copos de avena, del tahini y del azúcar moreno, pues nosotros usamos en casa una variedad más húmeda y oscura que aporta un toque caramelizado que nos encanta. Por eso puede ser necesario corregir la masa con algo de agua, aunque podrías emplear también leche.
No te cortes en añadir los ingredientes extra que te apetezcan: especias molidas, almendras picadas o avellanas, uvas pasas, chips de chocolate negro, manzana deshidratada... Es una receta básica perfecta para personalizar y variar al gusto.
Precalentar el horno a 175ºC y preparar dos bandejas con papel sulfurizado antiadhrente. Remover bien el tahini con unas varillas o una cuchara para mezclar homogéneamente el sésamo con su aceite, que tiende a separarse. Debe estar muy cremoso y sin grumos.
Mezclar los copos de avena con el azúcar moreno en un recipiente, estrujando con las manos limpias. Añadir también la sal y, opcionalmente, especias al gusto (canela, vainilla, cardamomo...). Agregar el tahini y empezar a trabajar la mezcla con una espátula o cuchara grande.
Añadir el agua y, si lo necesita, un pelín más. La textura final debe ser húmeda pero no en exceso, que permita formar porciones compactas que no se desmiguen. La cantidad de agua puede depender el tipo de avena, de azúcar o de tahini.
Tomar porciones del mismo tamaño con una cuchara, aproximadamente del tamaño de una nuez, y formar bolitas, repartiéndolas en las bandejas. Con los dedos húmedos o un tenedor humedecido, aplastar cada galleta con cuidado para formar discos.
Hornear una bandeja cada vez durane unos 11-13 minutos, hasta que estén doradas y casi empiecen a tostarse por los bordes. Esperar unos instantes fuera del horno antes de trasladarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Con qué acompañar las galletas de avena y tahini
Al ser tan energéticas, estas galletas de avena y tahini sacian bastante, por lo que aconsejamos comerlas despacio para saborearlas bien, tomando una o dos cada vez, como capricho de sobremesa junto al café. Para merendar son perfectas mojadas en un vaso de leche o bebida vegetal, y también maridan muy bien con un té o infusión sin endulzar.
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