Lo que más me gusta de esta receta de galletas copo de nieve hechas con Thermomix es su delicioso sabor a mantequilla y lo crujientes que resultan, además se conservan mucho tiempo en perfectas condiciones si se guardan bien cerradas en un recipiente hermético.
En los países centroeuropeos es muy habitual hornear galletas en época navideña, yo me estoy habituando a esta práctica desde hace algunos años, y eso que no soy muy "galletera", pero prepararlas en grandes cantidades y poder ofrecerlas a mis invitados reconozco que es algo que me encanta.
Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar, para ello programamos 3 min/vel 3. Añadimos el huevo y programamos 1 min/vel 3. Por último añadimos ambas harinas y la esencia de vainilla y programamos 10 seg/vel 6 para que se mezclen los ingredientes. A continuación amasamos 3 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
Sacamos la masa del vaso del Thermomix y hacemos una bola. Partimos la bola en dos y extendemos la masa con un rodillo sobre un papel de hornear o silpat, dejando la masa con un grosor de 6 mm. Colocamos la masa sobre una bandeja de horno y la dejamos reposar en el frigorífico al menos 30 minutos para que la masa coja cuerpo y sea más fácil cortar las figuras elegidas.
Precalentamos el horno a 180ºC. Con ayuda de un cortapastas hacemos las formas elegidas y las vamos depositando sobre una bandeja forrada previamente con papel de hornear. Horneamos 13-15 minutos, las galletas salen blandas del horno y al enfriar se endurecen. Dejamos enfriar y decoramos con la glasa puesta en biberón. Dejamos que sequen bien antes de degustarlas.
Para hacer la glasa, ponemos en el vaso el azúcar glasé junto con la clara de huevo y las gotas de vinagre o limón. Programamos 10 seg/vel 6. Abrimos la tapa y con ayuda de la espátula bajamos los restos que se han quedado pegados a las paredes. Volvemos a programar 5 seg/vel 6.
Con qué acompañar las galletas copo de nieve con Thermomix
Esta receta de galletas copo de nieve con Thermomix son especialmente adecuadas para los desayunos o meriendas, pues al ser tan crujientes aguantan perfectamente si se sumergen en un vaso de leche o un café. Si queréis podéis prescindir de la glasa y degustarlas untarlas de vuestra mermelada preferida.
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