No sé cómo he acumulado muchos cortadores de galletas en forma de corazón, con distintas formas y tamaños. Los primeros los heredé de mi abuela suiza, ya que allí son típicos los dulces navideños con esta forma. Ahora también aprovecho San Valentín o cualquier excusa para darles uso, como en estas galletas corazón de almendra, canela y cardamomo. Una receta que además de muy dulce es sin gluten, pues no lleva harina de ningún cereal.
La única dificultad está en pillarle el punto a la masa para que sin se rompa y no sea muy pegajosa, por eso recomiendo tener almendra molida de más para ajustar a ojo. Es recomendable dejar las galletas secar unas horas antes de hornearlas, sobre todo en ambientes húmedos, aunque si tenemos mucha prisa se puede omitir ese paso. Son unas pastas que sorprenden si estamos acostumbrados solo a las galletas más tradicionales, ya que la textura es muy particular.
Ingredientes
- Clara de huevo L 2
- Sal una pizca
- Azúcar 200 g
- Zumo de limón o de naranja 5 ml
- Almendra molida (cantidad ajustable) 350 g
- Canela molida una cucharadita colmada
- Cardamomo media cucharadita
- Clara de huevo pasteurizada 1
- Azúcar glasé tamizado 180 g
- Cardamomo una pizca
Cómo hacer galletas corazón de almendra, canela y cardamomo
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 35 m
- Cocción 5 m
- Reposo 2 h
Disponer las claras en un recipiente con la sal y empezar a batir con una batidora de varillas, hasta que empiecen a doblar su tamaño pero sin llegar a montarse. Agregar el azúcar y batir un poco más. Incorporar el zumo.
Aparte mezclar con unas varillas de mano 350 g de almendra molida con las especias. Añadir a la masa principal y mezclar bien con una espátula o cuchara grande hasta obtener una masa húmeda pero no muy pegajosa, que se pueda despegar fácilmente del cuenco. Añadir un poco de almendra si fuera necesario, o más zumo o un poco de agua si estuviera muy seca.
Estirar sobre una superficie espolvoreada con azúcar glasé o sobre una lámina de papel antiadherente, dejando un grosor de 1 cm, aproximadamente. Sacar los corazones con un molde adecuado y colocar en una bandeja de horno. No hace falta separarlas mucho porque no crecen.
Terminar con la masa y dejar reposar las galletas crudas al menos dos horas a temperatura ambiente. Se pueden dejar listas la noche anterior. Para hornearlas, precalentar el horno a 200ºC y cocerlas apenas unos 4-6 minutos, no deben dorarse mucho y se queman con facilidad. Dejar enfriar sobre la misma bandeja.
Mientras tanto preparar el glaseado batiendo con batidora de varillas la clara de huevo con el azúcar glasé tamizado, y una pizca de cardamomo. Debe quedar una crema espesa, como de glasa real. Pintar las galletas con un pincel de pastelería o sumergiendo una de las caras. Esperar a que se sequen antes de guardar.
Con qué acompañar las galletas
Estas galletas corazón de almendra, canela y cardamomo son muy especiales por su textura suave del interior y el gran aroma de la masa. Podemos dejar una cobertura más o menos espesa, según nos guste el glaseado, o servirlas tal cual. En un recipiente hermético aguantan muy bien hasta dos semanas, y están más ricas al día siguiente de ser horneadas.
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