Cuando hace un tiempo os había presentado la receta de estas deliciosas galletas craqueladas de chocolate sabía que no iba a ser la única vez que las preparase. Y así ha sido, pero en esta ocasión os traigo unas galletas crinkles blancas que están para empezar y no parar.
Estas son unas galletas muy sencillas de hacer y sin embargo muy vistosas, por lo que resultan ideales cuando queramos "galletear" una de estas tardes y encima quedar bien con los nuestros, pues es una de las pastas de tipos de galletas que más triunfan.
Comenzaremos batiendo en el bol de una batidora la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar y la vainilla durante seis minutos hasta que se vea pálida. Añadimos los huevos de uno en uno, volvemos a mezclar durante un minuto. Añadir la harina, la levadura hasta que se forme una masa.
Envolvemos la masa en film de cocina transparente y la dejamos reposar en la nevera durante una o dos horas hasta que endurezca.
Precalentamos el horno a 180 grados. Con la masa vamos haciendo bolitas como de 20 gramos, las rebozamos en azúcar normal y después en el azúcar glas. Las colocamos en una bandeja separadas unas de otras. Las horneamos durante 20 minutos o hasta que se vean craqueladas.
Con qué acompañar las galletas crinkles blancas
Las galletas crinkles blancas con su intenso sabor a mantequilla son perfectas para acompañar un vaso de leche o incluso una taza de té a media tarde. Se conservan en perfecto estado durante tres o cuatro días en una lata hermética.
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