Hoy vamos a elaborar un hojaldre casero de higos frescos con ricotta y miel. Que no os intimide lo hacer hojaldre en casa, os traemos la receta de uno rápido y muy sencillo, con el que conseguiréis una pasta de hojaldre muy digna con muy poco esfuerzo, y que os hará olvidar las insípidas masas que venden en el supermercado.
A ella le vamos a incorporar una combinación ganadora, queso, higos y miel, un triángulo amoroso en lo que a sabores se refiere, que combina a las mil maravillas y que hace de esta sencilla tarta un postre otoñal perfecto para aprovechar ese puñadito de higos que podáis traeros de la frutería.
Y que aún así no os convencemos de que hacer la masa para esta tarta es fácil, o simplemente no tenéis el tiempo suficiente y queréis probar este pastel, no pasa nada, buscad la mejor pasta de hojaldre refrigerada que encontréis, con un alto porcentaje en sus ingredientes de mantequilla y a por ella.
Comenzaremos haciendo la masa, para ello en un bol grande mezclamos junto la harina, el azúcar y la sal. Pesamos la mantequilla y la dividimos en cuatro partes. Cortamos cada parte en cubos pequeños como de un centímetro
Añadimos una de las porciones de mantequilla a la harina y, con un cuchillo de hoja redonda, incorporar la mantequilla y la harina, mientras añadimos poco a poco el agua fría hasta que la mezcla se una para formar una masa elástica.
Espolvoreamos la superficie de amasado con harina y extendemos con un rodillo la masa. Estiramos la masa en forma de rectángulo, añadiendo más harina si es necesario para que no se pegue, hasta que la masa tenga unos 4 mm de grosor.
Quitamos el exceso de harina de la superficie de la masa y ponemos la siguiente porción de mantequilla en dos tercios de la masa extendida de manera uniforme (según la foto del paso a paso).
Doblamos la masa en tres porciones, llevando el extremo sin mantequilla al centro, y luego doblando el otro tercio. Presionamos los bordes del hojaldre con los dedos, damos media vuelta al hojaldre y volvemos a extenderlo ligeramente hasta que el hojaldre tenga un grosor de 4 mm o sea, el mismo tamaño que tenía antes de poner la mantequilla.
Repetimos dos veces más, con las dos porciones de mantequilla restantes, luego doblamos en tres, cubrimos con papel film y enfriamos en la nevera durante 30 minutos.
Con un rodillo de cocina estiramos la masa hasta formar una circunferencia de unos 30 centímetros de diámetro. La colocamos en una bandeja de horno forrada con papel antiadherente y la dejamos reposar de nuevo en la nevera durante 15 minutos. Precalentamos el horno a 190 grados centígrados.
Retiramos la masa del frigorífico y marcamos con un cuchillo un borde de unos dos centímetros y medio alrededor de la masa. Pinchamos con un tenedor todo el centro del hojaldre para que no suba en exceso y que solo suban los bordes. Horneamos durante 15 a 20 minutos hasta que la veamos dorada.
En un bol combinamos la ricotta, 2 cucharadas de miel, la nata y las yemas de huevo. Añadimos la ralladura de naranja y el cardamomo, así como la sal. Extendemos la mezcla en el centro de la masa, dejando el borde libre. Horneamos durante 15 minutos. Dejamos enfriar.
Colocamos los higos partidos en cuartos sobre el relleno de ricotta. Calentamos ligeramente la miel restante con una cucharadita de agua y barnizamos los higos con esta mezcla.
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Con qué acompañar el hojaldre casero de higos frescos con ricotta y miel
El hojaldre casero de higos frescos con ricotta y miel al llevar este tipo de masa en su base es de esos pasteles que necesitan consumirse en el mismo día, ya que el hojaldre sino pierde su crujiente. Esta es una tarta muy redonda, pero si queréis darle un toque especial podéis acompañarla de una bola de helado de vainilla, que casa a la perfección con estos sabores.
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