Esta receta de madeleines de naranja y cardamomo es una adaptación de la de Martha Stewart incluida en su libro Cookies, y que tenía marcada hace mucho tiempo ya que me gusta mucho el sabor que aporta el cardamomo a los postres.
La elaboración es muy sencilla y rápida si descontamos el tiempo de reposo, cosa que no me molesta y compensa el resultado final. El glaseado que lleva por encima hace de estos pequeños bocados un regalo perfecto para obsequiar con una buena merienda a cualquier visita.
Derretimos la mantequilla y la mezclamos con la miel y la vainilla. Dejamos reposar 10 minutos y cuando esté templada la agregamos a los huevos previamente batidos con el azúcar. En un cuenco aparte unimos la harina, la levadura, el cardamomo y la sal. Lo añadimos a la mezcla de huevos. Tapamos y refrigeramos al menos una hora.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba abajo. Si el molde que utilizamos es metálico lo untaremos con un poco de mantequilla, si no, no es necesario. Colocamos un poco de masa en cada hueco y horneamos durante unos 10 minutos, hasta que cada madeleine esté abultada y ligeramente dorada. Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen totalmente.
Para hacer el glaseado mezclamos el azúcar glasé con la ralladura y el zumo de naranja hasta que no queden grumos. Pincelamos cada madeleine con la mezcla y dejamos que se seque. Se conservan perfectamente hasta tres días en una lata hermética.
Con qué acompañar las madeleines de naranja y cardamomo
Las madeleines de naranja y cardamomo me gustan especialmente para tomar con té, pero si esta bebida no está entre tus favoritas, puedes utilizarlas para acompañar cualquier desayuno. Si el cardamomo no te gusta, puedes prescindir de él sin problema, aunque la cantidad que lleva la receta es ínfima y combinado con la naranja del glaseado hace una deliciosa combinación.