Recuerdo que en mis inicios reposteros pensaba que hacer magdalenas caseras "como las de toda la vida" en casa sería complicado, pero la verdad es que si se tiene una buena receta salen mejores que las compradas. A base de probar he comprobado que se pueden hacer ligeros cambios modificando los ingredientes al gusto, y así es como merendamos en casa con esta receta de magdalenas de leche evaporada y azahar de vez en cuando.
Tenía en la nevera un bote abierto con leche evaporada que había empleado en otra receta, y se me ocurrió darle salida con algún dulce. Si las magdalenas de nata y las de leche son una delicia, con leche evaporada salen también fantásticas. Al no añadir líquido extra no pude echar zumo de naranja, que me encanta, así que las aromaticé con azahar, el mismo que usamos en el roscón de reyes.
Ingredientes
- Huevo L 3
- Azúcar 180 g
- Leche evaporada 125 ml
- Aceite de oliva virgen extra o girasol 130 ml
- Agua de azahar 5 ml
- Sal 2 g
- Harina de repostería 250 g
- Levadura química (dos cucharaditas) 8 g
Cómo hacer magdalenas de leche evaporada y azahar
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 15 m
- Reposo 30 m
Colocar en un recipiente los huevos con el azúcar. Batir usando una batidora de varillas durante unos 3-4 minutos, hasta que esté bien esponjoso. Añadir la leche evaporada, el aceite de oliva o girasol y el aroma de azahar, y batir un par de minutos más.
Tamizar en otro recipiente la harina de repostería con la levadura química y la sal, e incorporarla a la primera preparación. Batir a velocidad baja hasta que quede todo bien homogéneo. Tapar con plástico film y dejar reposar en la nevera como mínimo 30 minutos.
Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja con moldes para magdalenas. Remover suavemente la masa y repartirlas en los moldes, sin llegar hasta arriba del todo. Cubrir con un poco de azúcar, si se desea, y hornear a 200ºC durante unos 12-15 minutos, hasta que se hayan dorado bien. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
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Con qué acompañar las magdalenas
Las magdalenas de leche evaporada y azahar son un clásico de los desayunos y meriendas, y es que es difícil resistirse a ellas junto con un buen vaso de leche, chocolate o nuestro té preferido. La miga es esponjosa pero firme, ideal para mojar.
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