Ayer tanto hablé sobre magdalenas y muffins que me entró un hambre increíble. Y busqué una receta de magdalenas, como las que todos conocemos de toda la vida, y finalmente hice una variante. Me decidí por unas magdalenas de leche y aceite, con toque de limón.
Dependiendo del tipo de molde que uséis tendréis más o menos unidades, pero con estas cantidades salen magdalenas bien grandotas o muchas más pequeñas. Eso sí, mejor usar moldes rígidos para que crezcan adecuadamente. Si no tenéis limón, podéis usar ralladura de naranja o añadir canela, vainilla...
La elaboración es muy sencilla. Empezamos precalentando el horno a 225-250 ºC y preparamos los moldes.
Seguimos echando en un recipiente los huevos y el azúcar, batimos enérgicamente durante cinco minutos, aproximadamente (no debe quedar muy esponjoso). Incorporamos la leche, el aceite y la ralladura de limón. Agregamos la harina tamizada y el impulsor, mezclándolo bien.
A continuación se ponen en los moldes que dispongamos para las magdalenas con ayuda de una manga pastelera o cuchara hasta las tres cuartas partes de la cápsula y se cuecen a horno de 225º a 250º C durante diez minutos, aproximadamente.
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Con qué acompañar las magdalenas de leche y aceite
Solas, con un café con leche o capuccino, o cualquier infusión que nos guste, las magdalenas de leche son una delicia que apetecen a cualquier hora.
Foto | ededchechine
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