Ya sabéis lo que me gustan las magdalenas, así que no os extrañéis si de repente una temporada me da por probar un montón de recetas de este pequeño dulce, como estas magdalenas de polenta. Lo mío es grave y cuando me da por lago, no os imagináis lo pesada que puedo llegar a ser.
Con respecto al sabor no he notado nada especial por agregar polenta, pero sí me agrada mucho la textura, que al igual que sucede con las preparaciones a las que ponemos semillas de amapola, hace una especie de "cris, cris" muy gustoso.
Calentamos el horno a 180º con calor arriba abajo sin aire. Montamos la mantequilla con el azúcar moreno hasta obtener una crema. Agregamos el huevo, la ralladura y el zumo de limón mientras seguimos batiendo. Echamos la polenta y la mezcla de harina y levadura tamizada.
Mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea que vertemos en cápsulas para magdalena, llenando sus 3/4 partes de capacidad. Horneamos durante 15 o 20 minutos, según el tamaño de la cápsulas, hasta que estén ligeramente doradas. Sacamos del horno y dejamos que enfríen antes de consumirlas.
Con qué acompañar las magdalenas de polenta
La polenta queda muy rica en recetas que lleven queso, así que aprovechando estas magdalenas de polenta podemos cubrirlas con un poco de queso mascarpone azucarado y las convertiremos en sofisticados cupcakes, Si además los decoramos con arándanos, el éxito está asegurado.