A la hora de desayunar, me encanta tomar un café con leche acompañado de una tostada. Mi mujer las prefiere con mantequilla pero mi hijo y yo siempre la tomamos untada de mermelada. Para no incrementar la ingesta de calorías, he preparado una mermelada ligera de grosellas y jengibre, para que con una cucharadita, las tostadas queden perfectas.
Al prepararla he utilizado poco azúcar para sea una auténtica mermelada ligera o light, con la tranquilidad que te da que sea un producto hecho por nosotros mismos, al que he añadido un poco más de sabor con unos trozos de jengibre fresco que han aromatizado de forma increíble mis desayunos de cada mañana.
Aunque las grosellas están en temporada a la mitad del verano, ahora las encontramos en el supermercado durante todo el año, por lo que esta receta la podréis hacer sin dificultad en cualquier momento.
Ingredientes
- Grosellas 400 g
- Azúcar 125 g
- Jengibre fresco 50 g
- Agua 50 ml
Cómo hacer mermelada ligera de grosellas y jengibre
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 20 m
- Reposo 2 h
Lavamos con cuidado las grosellas y las desgranamos de las ramitas en que vienen. Pesamos las bayas y las ponemos en el cazo en que vayamos a cocinar la mermelada. Añadimos algo menos de un tercio del peso de las grosellas en azúcar.
Añadimos el agua y ponemos el cazo al fuego. Damos unos movimientos circulares para que se integren bien los ingredientes y nos ponemos a pelar el jengibre. Es fácil hacerlo con el canto de una cuchara. Si no encontráis jengibre fresco podéis usar polvo de jengibre seco que encontraréis en el supermercado.
Picamos el jengibre pelado y lo incorporamos a la cocción con las grosellas y dejamos que el conjunto hierva durante unos veinte minutos. Lo trituramos con la batidora y lo metemos en frascos de cristal que hayamos esterilizado.
Si vais a usar la mermelada inmediatamente, podéis guardarlos en la nevera y los gastaréis antes de que se pongan malos. Si queréis guardar la mermelada para más adelante, es mejor que hagáis el cierre al vacío, cociendo los frascos cerrados en una olla exprés durante diez minutos.
Con qué acompañar la mermelada ligera de grosellas y jengibre
Tanto a la hora del desayuno como si la usáis para recetas de repostería para la hora de la merienda, esta mermelada ligea de grosellas y jengibre os permitirá disfrutar de un sabor tan peculiar como el de este fruto rojo, sin los remordimientos provocados por el exceso de calorías.
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