Mini cheesecakes de limón y fresa para dos: receta para compartir en San Valentín

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No recuerdo que en mi infancia fueran comunes las tartas de queso; cuando empezaron a invadirnos yo ya tenía diagnosticada la intolerancia a la lactosa y me pasé años sin poder disfrutarlas. Ahora que hay muchos productos con lactasa en el mercado no me puedo contener a ciertas tentaciones, y estas mini cheesecakes de limón y fresa han sido un atojo delicioso.

Mantengo el nombre inglés por ser la variante americana de este postre, ya que me inspiré directamente en la receta de este blog. El formato mini, la ración comedida para compartir, el toque romanticón de las fresas... no he podido resistirme a prepararlas con la excusa de San Valentín en el horizonte.

Ingredientes

Para 2 personas
  • Galletas tipo María 40 g
  • Queso crema (para la base) 30 g
  • Queso crema (para el relleno) 120 g
  • Queso de cabra de rulo suave, o queso fresco 20 g
  • Limón 0.5
  • Azúcar 30 g
  • Huevo L 1
  • Mermelada de fresa al gusto
  • Fresa al gusto

Cómo hacer mini cheesecakes de limón y fresa

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 30 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 20 m
  • Reposo 1 h

Precalentar el horno a 170ºC y preparar unas cuatro cavidades de una bandeja de muffins o magdalenas, usando cápsulas adecuadas y bonitas, o engrasándolas muy bien.

Triturar las galletas con un robot o machacándolas dentro de una bolsa con el rodillo; también se puede hacer a mortero o con un martillo de ablandar carnes. Agregar el queso crema y mezclar hasta tener una textura de migas que se puedan compactar. A mí me gusta que queden algo granulosas, no muy húmedas, pero podéis añadir más queso si hiciera falta.

Repartir las migas preparadas en los moldes apretando muy bien para formar la base; puede que nos sobre un poco si no nos gusta una capa de galleta demasiado gruesa. Reservar.

Batir con batidora de varillas el queso crema con el queso de cabra. Añadir el azúcar, la ralladura y el zumo de limón, y batir un poco más. Incorporar el huevo y batir a velocidad muy baja, hasta conseguir una crema homogénea sin grumos, procurando no generar muchas burbujas.

Repartir en los moldes y hornear durante unos 20-35 minutos, o hasta que estén cuajadas, dejando que queden un poco húmedas en el centro. Abrir el horno apagado y dejar templar un poco; sacar y dejar enfriar completamente. Decorar con mermelada y fresas cortadas al gusto. Enfriar en la nevera antes de servir.

Con qué acompañar las minis cheesecakes de limón y fresas

Con estas cantidades salen cuatro pequeñas raciones de mini cheesecakes perfectas para compartir en pareja tras una comida o cena especial en casa. Si nos hemos llenado mucho podemos reservarnos la segunda unidad para el día siguiente, o simplemente compartirlas con el resto de la familia.

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