Las paciencias de Almazán son unas diminutas pastas o galletas típicas de Soria, más concretamente de la localidad que les da nombre. Lo curioso de este dulce es la manera de comerlo, reblandeciendo las paciencias en la boca para sacarle todo el sabor antes de ingerirlas. Son, sin duda, uno de los dulces tradicionales del panorama gastronómico español que merece la pena conservar.
Las paciencias se elaboran con clara de huevo, lo que nos lleva a pensar que su origen se debe a la necesidad de reutilizar las claras que sobraban al preparar las conocidas yemas de Almazán. Se pueden hacer con forma de gota o planas y finas, al gusto.
Recuerda a los pets o pedos de monja típicos de Cataluña. La masa es en realidad muy parecida, pero la diferencia radica en que las paciencias se elaboran con ralladura de limón mientras que los pets tienen sabor a vainilla. El resto, la forma y la textura, son similiares.
Introducimos la clara en un recipiente amplio y hondo, bien limpio y seco, y añadimos una pizca de sal. Batimos con unas varillas eléctricas, comenzando a baja potencia, hasta que empiecen a espumar. En este momento empezamos a incorporar el azúcar poco a poco al tiempo que continuamos batiendo, ahora a velocidad más alta.
Cuando estén montadas, lo sabremos si al voltear el recipiente las claras no se mueven, dejamos de batir y empezamos a añadir la harina tamizada. Lo hacemos poco a poco, removiendo con una lengua de silicona suavemente y con movimientos envolventes de abajo a arriba para no perder el aire incorporado con el batido.
Introducimos la masa en una manga pastelera con boquilla redonda y lisa. Sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal disponemos montoncitos de la masa, de unos tres centímetros, separados entre sí. Mantenemos la boquilla de la manga cerca del papel para que no queden muy levantados. Golpeamos suavemente la base de la placa sobre la encimera para que las paciencias se aplanen un poco.
Dejamos reposar unos minutos antes de introducir la bandeja en el horno, precalentado a 240ºC con calor arriba y abajo. Cocemos entre seis y ocho minutos o hasta que se vean ligeramente doradas. Retiramos la bandeja del horno y dejamos que las paciencias se enfríen antes de retirar del papel y servir.
Dr. Oetker Set Mangas desechables + 4 boquillas. Polietileno y polipropileno. Transparente y blanco. 36x19cm. 10 uds.
Con qué acompañar las paciencias de Almazán
Nada de complicaciones, estas deliciosas paciencias de Almazán solo necesitan un café o infusión para acompañar. Son perfectas para sacar en la sobremesa o a media tarde con la cafetera recién hecha, aunque en verano nos pueden apetecer mejor con algo fresco como horchata casera. En días fríos harán una golosa pareja con una taza de chocolate a la taza caliente, y los más mayores podrán disfrutarlas, ocasionalmente, con una copita de licor.
En DAP | Receta de galletas crujientes de mantequilla, porque los buenos clásicos no necesitan florituras
En DAP | Carajitos del profesor: receta tradicional asturiana de unas crujientes galletas con solo tres ingredientes