Me encantan las frutas de verano y preparar con ellas mermeladas que envaso con sumo cuidado para que no se estropeen y las vamos consumiendo a lo largo del año. Como no quiero que llegue el momento de hacer más mermelada sin dar salida a las que tengo en la despensa, ando buscando recetas en las que usarlas y este pastel de mermelada es una de ellas.
Recuerda a la crostata italiana, pues este pastel de mermelada también consta de una base de masa, un relleno de fruta y un enrejado en la superficie. Sin embargo a la mermelada le he añadido unos restos de bollería desmigados para dar consistencia al relleno, lo que ha resultado ser un verdadero acierto y una auténtica sorpresa.
En un recipiente hondo y con ayuda de un tenedor, mezclamos el azúcar y la mantequilla que habrá de estar a temperatura ambiente. Si no nos hemos acordado de sacarla de la nevera con antelación, podemos atemperarla de manera rápida siguiendo las pautas que nos da mi compañera Liliana en este artículo.
Añadimos el huevo y trabajamos para mezclar bien todos los ingredientes. La masa parecerá cortada, pero no es el caso. Seguimos con nuestra elaboración añadiendo la harina, poco a poco, mezclando hasta integrar lo agregado antes de incorporar más cantidad. Amasamos ligeramente hasta homogeneizar y retiramos un tercio de la masa, que envolvemos en papel film y guardamos en el congelador durante 15 minutos.
Mientras tanto, con un rodillo, extendemos el resto de la masa sobre una lámina de papel sulfurizado, procurando darle una forma circular y un grosor homogéneo de, aproximadamente, medio centímetro. La trasladamos al molde y cubrimos bien la base y los laterales. Retiramos el exceso de masa y rellenamos con la mitad de la mermelada.
Desmigamos la bollería (yo he usado dos porciones de roscón que tenía en el congelador) y la esparcimos por la superficie. Con ayuda de un tenedor, presionamos suavemente para que las migas se mezclen con la mermelada. Cubrimos con la mermelada restante, extendiéndola por toda la superficie.
Sacamos la masa reservada en el congelador y la estiramos sobre el papel sulfurizado lo más alargada posible. Cortamos tiras de un centímetro de ancho y las colocamos sobre la superficie formando un enrejado, es decir, poniendo las tiras unas encima de otras de manera perpendicular o entrecruzadas.
Introducimos el pastel en el horno, pre-calentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y lo cocemos durante 30 o 35 minutos aproximadamente. Transcurrido este tiempo, retiramos del horno y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar y servir.
Con qué acompañar el pastel de mermelada
Una comida de celebración bien merece ser coronada con este pastel de mermelada, que le va de fábula al café de sobremesa. Los amigos del dulce podrán hacerle ojitos también a media mañana o a la hora de la merienda y serán incapaces de comerse un solo trozo. La suavidad de la masa con la ligera acidez del relleno lo convierten en un bocado muy goloso.
En Directo al Paladar | Jam tartas o tartaletas de mermelada. Receta tradicional británica
En Directo al Paladar | Mermelada de moras silvestres. Receta