A medio camino entre tarta de queso abizcochada y un pastel más cremoso -la terminología repostera en nuestro idioma se mueve en aguas turbias-, este fresco pastel de queso ricotta y manzana con compota rápida de fresas es toda una tentación para golosos sin resultar empalagosa, con una textura suave muy agradable que incluso gana en frío.
La ricotta, similar al requesón, es un queso italiano fantástico por lo versátil que resulta en la cocina. En este pastel nos proporciona una miga muy ligera al paladar, esponjosa y algo húmeda, con un sabor suave que combina muy bien con las fresas y que también se puede emparejar con otros frutos rojos, melocotón o higos.
Ingredientes
- Azúcar 180 g
- Mantequilla sin sal atemperada 125 g
- Huevo L 3
- Azúcar vainillado (o 1 sobre) 10 g
- Harina de repostería 185 g
- Sal 1 g
- Levadura química (1 cucharada) 12 g
- Queso ricotta 220 g
- Manzana mediana, pelada 1
- Fresa o fresón (aproximadamente) 150 g
- Azúcar 2-3 cucharadas
Cómo hacer pastel de queso ricotta y manzana con salsa rápida de fresas
- Tiempo total 50 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 40 m
- Reposo 10 m
Precalentar el horno a 190º C y preparar un molde redondo desmontable de unos 20-22 cm; es más fácil si forramos el fondo con papel sulfurizado y engrasamos sólo los laterales. Poner el azúcar con la mantequilla troceada en un cuenco amplio y batir con una batidora de varillas, hasta que estén bien integrados.
Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien tras cada adición. Echar la harina de repostería, la sal, el azúcar vainillado y la levadura química, batiendo un poco. Agregar la ricotta y batir bien hasta conseguir una textura homogénea. Rallar encima la manzana pelada, desechando el corazón, y mezclar con ayuda de una espátula.
Llevar al molde y hornear unos 30-40 minutos, hasta que esté bien dorado y al pinchar con una brocheta salga limpia. Si se tostara demasiado por encima, cubrir con papel de aluminio. Esperar unos 10 minutos fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Para la salsa rápida, trocear unas fresas o fresones en un cuenco, mezclar con azúcar al gusto y calentar en el microondas a máxima potencia unos 3-5 minutos.
Con qué acompañar el pastel de ricotta
Este pastel de queso ricotta y manzana con compota rápida de fresas es perfecto para degustar a la hora del postre o de la merienda, o incluso durante un relajado brunch de domingo. Una vez frío es mejor taparlo bien y guardarlo en la nevera, recordando dejarlo templar un poco antes de servirlo. Ya va bien acompañado con la compota, pero también podríamos servirlo con salsa de caramelo, de vainilla, chocolate fundido o una nata casera semimontada con especias. Un sirope cítrico tampoco le iría nada mal.
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