No es que conozca a mucha gente a la que no le guste el dulce, pero mi relación con el azúcar es casi pura adicción. Parece que si los fines de semana no terminamos la comida con un delicioso postre, esta no está completa. Para el sábado preparé esta receta de pastelitos de queso y mandarina.
Nos gustó tanto que lo volveré a repetir pronto, aunque la próxima vez usaré naranjas. Seguro que este postre sale igual de delicioso. Incluso estoy pensando en añadir piñones tostados por encima, me parece que puede ser una buena combinación.
Empezamos mezclando con las varillas el queso, el azúcar, el yogur, el huevo, la ralladura de limón, el zumo de mandarina y la sal. Incorporamos las claras de una en una, sin dejar de batir, hasta obtener una masa homogénea.
Repartimos la preparación anterior en 4 moldes de flan y los cocemos en el horno precalentado a 160º, durante una hora aproximadamente. Apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta, con los pastelitos dentro hasta que se enfríen.
Pelamos la mandarina, separamos los gajos y retiramos la membrana que los recubre. Desmoldamos los pastelitos en cuatro platos y los servimos decorados con los gajos de mandarina y las hojas de menta lavadas y secas.
Con qué acompañar los pastelitos de queso y mandarina
Estos pastelitos de queso y mandarina son un postre nada pesado, ideal para presentar después de una comida. Os recomiendo servirlos fríos, recién sacados de la nevera están deliciosos. Pueden prepararse con antelación, con lo que adelantamos bastante trabajo de última hora.
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