Estas peras al cava son decididamente una receta de aprovechamiento. La típica botella de espumoso que se había quedado en la despensa desde Navidad sirve para preparar un postre delicioso, sencillo pero a la vez original, ya que normalmente a lo que estamos acostumbrados es a cocinarlas con vino. Estoy segura de que vosotros también tenéis alguna botellita por ahí traspapelada que os sirve para preparar este broche de oro a una comida.
Las peras las cocemos además con corteza de limón y canela, que aportan un aroma increíble al jarabe dulce que acaba formando el cava después de cocerlo con la fruta. He puesto cuatro peras, pero con esta cantidad de líquido y si os caben en la olla, podéis cocer alguna otra si sois más comensales o por si hay alguno muy goloso que quiera repetir.
En una olla alta echar la botella de cava, el agua y el azúcar y poner a fuego medio para que se vaya derritiendo. Añadir la canela y la corteza de limón. Mientras, pelar las peras dejándoles el rabito sin cortar. Rociarlas con el zumo para que no se ennegrezcan.
Cuando el líquido llegue a ebullición, añadir las peras y cocerlas durante media hora o hasta que las veamos tiernas. El tiempo de cocción es aproximado pues depende de la madurez de la fruta y también de su variedad. Una vez cocidas dejarlas enfriar en el almíbar y cuando atemperen meterlas en el frigorífico hasta el momento de servirlas.
Con qué acompañar las peras al cava
Las peras al cava se pueden acompañar con una bola de helado o con nata montada, pero solas con su almíbar ya están riquísimas. Así que os aconsejo que no esperéis a Navidad para prepararlas, pues bien fresquitas son un bocado delicioso.
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