El postre más fácil y rico de yogur y sin azúcar lo puedes hacer con solo cuatro ingredientes

A nadie le amarga un dulce, y menos aún si es sin azúcares añadidos, fácil de hacer y con poquísimos ingredientes. En DAP no somos partidarios de vender la repostería casera como siempre más sana ni tampoco creemos que los llamados postres fitness sean igual o más ricos que las recetas tradicionales, pero sí hay opciones alternativas que merecen la pena. Y no hay que complicarse mucho.

Una de las preparaciones que más me gusta hacer en casa son las tartas o pasteles con una base láctea cremosa, ya sean tartas de queso o algún postre con yogur. Y son sencillísimas de adaptar a dietas especiales, con la opción de sustituir el azúcar por edulcorantes de todo tipo, tarea más complicada en masas de miga como un bizcocho. Y lo mejor de estos postres cremosos es que también son mucho más nutritivos y pueden sumar proteínas de calidad fácilmente a la dieta.

Por eso la receta de tarta de queso fresco batido desnatado es un clásico de armario en mi cocina, que lo mismo preparo con este lácteo ya típico de supermercado, que lo hago con yogur natural o con una mezcla de ambos. Lo cierto es que desde la moda del skyr me gusta mucho más usar este yogur, pues no hay que escurrir el líquido que lleva el queso batido desnatado y son menos ácidos, con mucha mayor cremosidad.

La fórmula básica solo requiere cuatro ingredientes: huevos, medio kilo del lácteo elegido, un almidón sin gluten (maizena, yuca, harina de arroz, harina de teff, harina de quinoa, alforfón...) y edulcorante al gusto. Si no quieres usar edulcorante, aromatiza la mezcla con esencia de vainilla y ralladura de limón, o sustituye el almidón por proteína en polvo del sabor que te guste, como la misma vainilla. Hay también proteínas en polvo veganas sin azúcar con un agradable aroma y dulzor equilibrado, muy útiles también si tienes intolerancia a la lactosa y no te fías de las proteínas de suero de leche.

Eso sí, conviene tener paciencia y dejar la tarta horneada que se enfríe y repose unas horas en la nevera, pues estará más rica y con mejor textura. Sírvela con las frutas que más te gusten, una mermelada sin azúcar, cacao puro espolvoreado, coco rallado o sin nada más.

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