En los años 80 no había restaurante que se preciara que no contara en su carta con el Postre pijama, un clásico que aunque parezca viejuno, todavía está presente entre las propuestas dulces de muchos locales de restauración.
Pero, ¿de dónde surgió este postre tan "completo"? Pues nació en uno de los restaurantes más emblemáticos de Barcelona, el 7 Portes, que en 1951 y para agasajar a los oficiales de la VI Flota americana atracada esos días por el puerto de la Ciudad Condal y clientes asiduos del local, creó el postre pijama basándose en el Pêche Melba, uno de los dulces favoritos de los soldados estadounidenses.
Han pasado los años y el postre pijama ha sido el broche de oro de muchas comidas. Con nuestra receta puedes rescatar este clásico para que brille de nuevo en tu mesa, eso sí, solo apto para comensales hambrientos de dulce.
Comenzaremos preparando los flanes individuales. En una jarra alta, añadimos la leche entera, las yemas, los huevos y el azúcar, batimos con la batidora. Repartimos el caramelo líquido en unas flaneras y echamos la mezcla del flan en ellas.
Preparamos una bandeja profunda de horno y le añadimos agua, la ponemos en el horno y cuando ya casi esté para romper a hervir colocamos las flaneras. Tapamos las flaneras con papel de aluminio y horneamos al baño maría durante 50 minutos. Retiramos el papel de aluminio unos diez minutos antes de que acabe el tiempo de horneado.
Retiramos con mucho cuidado las flaneras del baño maria y las dejamos enfriar a temepratura ambiente. Una vez frías las pasamos a la nevera y las dejamos allí una noche. Al día siguiente desmoldamos los flanes en un plato o copa ancha.
Batimos la nata bien fría junto con el azúcar con las varillas hasta que forme picos y metemos en manga pastelera con boquilla rizada. Reservamos en la nevera.
Para terminar el plato, alrededor del flan colocamos trozos de melocotón en almíbar, unas guindas confitadas, unas rosetas de nata montada y una bola de helado. Servimos rápidamente bien frío el conjunto.
Con qué acompañar el postre pijama
Este postre pijama es tan completo que no se me ocurre nada más para acompañarlo. Si acaso que podáis cambiar las frutas en almíbar por otras variedades como mango, papaya, litchi y así darle una aire nuevo a este clásico ochentero.
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