Con una textura de lo más cremosa casi podríamos decir que esta receta de pudding de chocolate negro con aguacate y tahini es una versión vegana de las natillas de chocolate, eso sí, mucho menos empalagosas de lo habitual. Y se preparan en pocos minutos sin necesidad de cocciones de ningún tipo, por tanto casi es un postre instantáneo.
La cantidad de azúcar, sirope -el de dátiles es una buena opción- o edulcorante se puede ajustar totalmente al gusto según nuestra tolerancia. En este caso buscábamos un postre en el que sobresaliera el sabor profundo del cacao más puro, por lo que apenas añadimos un toque de miel. La tahina o tahini ayuda a dar cremosidad a un pudding de textura totalmente adictiva.
Empezar derritiendo el chocolate en el microondas -con mucho cuidado, a intervalos cortos y baja potencia- o al baño maría, y dejar que se temple un poco. Es recomendable tener el yogur y el aguacate templados para que no haya choque térmico.
Sacar la pulpa del aguacate para pesar unos 180-200 g, procurando que esté muy blanda pero no pasada. Colocar en un robot de cocina, picadora, batidora o procesador de alimentos, junto con la tahina y el cacao. Triturar hasta formar una pasta.
Añadir el chocolate derretido, el yogur, la vainilla, la sal y ralladura de lima. Triturar, remover y volver a triturar. Agregar sirope de ágave, de dátiles, miel, azúcar o edulcorante al gusto, y volver a triturar hasta tener una textura homogénea, sin grumos.
Repartir en raciones o llevar a un recipiente con cierre hermético y enfriar en la nevera hasta el momento de servir. También se puede congelar en moldes para hacer polos.
Con qué acompañar el pudding de chocolate y aguacate
Para que este pudding de chocolate y aguacate con tahina sea un postre redondo podemos coronarlo con multitud de ingredientes, mejor si jugamos con las texturas. Frutos secos picados, como pistachos, almendras o avellanas siempre son una gran opción, también trocitos de chocolate negro, coco rallado o incluso sésamo tostado. Fruta fresca, helado de vainilla, yogur griego o nata montada son igualmente buenos aderezos.