Con lo que me gustan los dulces tradicionales navideños elaborados con almendra y miel, tengo que admitir que los aguardentaos me vuelven loca. No podrían ser más simples, y a la vez más adictivos: aceite quemado con limón, harina escaldada, anís, azúcar y canela. Ingredientes muy humildes que demuestran que antaño sabían cómo sacar partido de lo que había en la despensa para crear recuerdos imborrables.
Sé que en otras regiones también se preparan aguardentaos murcianos parecidos o con recetas algo diferentes -como en las vecinas tierras manchegas-; las recetas de origen popular, como los dulces navideños, pierden sus raíces en el origen de los tiempos y no saben de las fronteras políticas actuales. Ni falta que hace, lo que realmente merece la pena es mantener vivas esas tradiciones que han ido pasando de generación en generación.
Ingredientes
- Aceite de oliva virgen extra 250 ml
- Limón 1
- Harina de repostería 500 g
- Azúcar 225 g
- Sal (una buena pizca) 2 g
- Canela molida (una cucharadita) 4 g
- Anís dulce 100 g
- Azúcar para rebozar
- Canela molida para rebozar
Cómo hacer aguardentaos murcianos
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 45 m
- Cocción 15 m
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos bandejas con papel sulfurizado o láminas de silicona. Lo primero será "quemar" (infusionar) el aceite y escaldar la harina, que colocaremos sola en un recipiente grande y resistente al calor.
Colocar el aceite de oliva virgen extra (que sea de buena calidad, si es posible) en una sartén con la corteza del limón, previamente bien lavado. Calentar a fuego suave hasta que empiece a soltar aroma, mantener la cocción unos minutos sin dejar que humee, y apagar.
Retirar el limón con cuidado y verter todo el aceite sobre la harina. Mezclar muy bien hasta que no queden grumos secos. Añadir el anís y todos los demás ingredientes. Amasar hasta obtener una masa homogénea, blanda pero no pegajosa. No deben quedar grumos.
Colocar sobre una superficie limpia y estirar con ayuda de un rodillo para dejar un grosor de unos 6 mm, aproximadamente. También se pueden hacer más gruesos, va un poco al gusto. Podemos dividir la masa en dos para trabajarla mejor, tapando la otra mitad con un paño limpio de lino o papel film, para que no se reseque.
Recortar las porciones con un vaso o un cortador de galletas redondo, liso o rizado, y colocarlas en las bandejas. Reamasar los restos de masa hasta terminar con toda ella. Engrasar ligeramente el rodillo con aceite si vemos que cuesta pasarlo, o usar directamente las manos, pues es una masa quebradiza.
Hornear durante unos 10-15 minutos, hasta que se hayan dorado al gusto. Podrían tardar más si los hacemos más gruesos. A mí me gustan un poco tostaditos, pero hay que tener mucho cuidado de que no se quemen. Esperar un par de minutos fuera del horno antes de dejar enfriar sobre una rejilla.
Combinar azúcar con un poco de canela molida para rebozar o espolvorear los aguardentaos una vez horneados, si se desea. También se puede usar solo azúcar sin más canela, pero yo tengo debilidad por esta especia. Guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar los aguardentaos murcianos
Lo más típico es degustar los dulces tradicionales navideños como estos aguardentaos con un vasito de mistela o algún otro licor dulce, pero a mí como más me gusta tomarlos es con café solo, perfecto en su contraste con el dulce. Yo también los asocio a las meriendas familiares con la cesta de nueces y mandarinas del huerto, cuyo sabor cítrico y fresco combina deliciosamente bien con los dulces especiados de estas fechas.
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