En opinión de quien esto escribe, un brownie debe saber, ante todo, a buen chocolate. Pero chocolate de verdad, con su aroma intenso a cacao, con sus ligeras notas amargas, y una textura además que sea jugosa y densa, pero nada mazacote. Esta receta sin gluten, con la almendra como el otro gran ingrediente -por triplicado-, es perfecta para lograr esos resultados.
Somos conscientes de la paradoja de que el brownie naciera en Estados Unidos y sea una receta típica de su dulcería, pues la repostería americana suele pecar de un exceso de azúcar que a veces empalaga en exceso. Pero puesto que nació de un despiste, precisamente se presta a adaptarlo y a jugar con la proporción de ingredientes para que sea de nuestro gusto.
La almendra molida proporciona una textura suave y jugosa que evita que sea un mazacote pastoso, y nos permite además que sea apto para dietas sin gluten. Es importante no pasarse de horneado, aunque en este caso no corremos tanto el riesgo de que se seque, solo podría tostarse en exceso.
Comenzar tostado las almendrasa crudas en una sartén sin aceite hasta que cojan color y suelten aroma, vigilando que no se quemen. Llevar a una tabla dejando que se enfríen. Limpiar la sartén y derretir la mantequilla; dejar que siga calentándose sin hervir hasta que se separen los sólidos y se vuelva dorada.
Mientras, precalentar el horno a 165ºC con aire o 175ºC con calor arriba y abajo y forrar o engrasar un molde cuadrado de unos 18-20 cm. Picar las almendras a cuchillo y picar también el chocolate negro, dejado el tamaño que se prefiera.
Mezclar en un recipiente la mantequilla derretida tostada con todos sus sólidos con el aceite, el azúcar, el aroma, el cacao tamizado y la sal. Añadir los huevos de uno en uno, batiendo ligeramente con las varillas, y la almendra molida. Echar el chocolate y la almendra picados y la leche, poco a poco, removiendo hasta obtener una masa húmeda espesa.
Verter en el molde y hornear unos 20-25 minutos, vigilando que no se pase. Si se pincha con un palillo, debe quedar algo manchado. Esperar a 15 minutos antes de desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejilla antes de cortar.
Con qué acompañar los brownies de almendra
La intensidad del chocolate de estos brownies admiten un maridaje por afinidad o por contraste; son una delicia en la sobremesa con café espresso pero también con un vaso de leche o bebida vegetal más fresca. Los mayores pueden darse el capricho de endulzar el postre con un vino dulce de Jerez o una copa de Oporto, y si nos ponemos más golosos, nada como una bola de helado, salsa de vainilla o nata montada. Si nos parece que quedan poco dulces, espolvorear azúcar glasé por encima; de lo contrario usar cacao en polvo tamizado.
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