Mantecados y polvorones tienen el honor de ser, junto con los turrones, de los dulces navideños más tradicionales, presentes desde hace tiempo en todas las regiones. La mala calidad de los dulces de supermercado ha devauluado un poco su prestigio frente a los artesanos de primera calidad, ¿por qué no recuperar su elaboración casera?
Estos mantecados de chocolate son sencillísimos de preparar, no requieren ningún reposo y es una buena actividad para realizar en familia o con niños. Solo hay que recordar que tienen una textura quebradiza muy particular, por eso es aconsejable no cortar porciones muy grandes, y vigilar minuciosamente el horneado para que no se pasen.
Precalentar el horno a 160ºC y preparar una o dos bandejas con papel sulfurizado. Echar la harina en una de ellas, extendiéndola bien, y tostar en el horno durante unos 25-30 minutos, removiéndola de vez en cuando. Tiene que quedar solo algo pálida. Subir la temperatura a 180º C.
Dejar enfriar fuera del horno. Disponer la manteca en un recipiente grande y empezar a tamizar encima, con un tamizador de repostería o colador grande, el cacaco con el azúcar gláse, la canela y la harina, añadiéndola poco a poco. Una vez todo incorporado, agregar una buena pizca de sal.
Mezclar hasta tener una masa homogénea, usando las manos limpias si nos resulta más fácil. Tomando pequeñas porciones, aplanar sobre una mesa limpia, estirar con el rodillo dejando un grosor de 2-2,5 cm, y recortar dos o tres mantecados, de unos 4-5 cm de diámetro.
Como es una masa quebradiza es más fácil trabajar en porciones pequeñas de masa y aplanar con el rodillo apretando con suavidad, o simplemente con la mano; no tienen que quedar perfectas. Retirar la masa sobrante de cada recorte y levantar los mantecados con una espátula fina, dejánolos en las bandejas, sin separarlos demasiado.
Continuar hasta terminar con toda la masa. Hornear durante unos 15-18 minutos, con mucho cuidado porque se queman en cuestión de segundos y, al ser oscuros, nos costará ver si se empiezan a tostar. Mejor quedarnos algo cortos que pasarnos.
Dejar enfriar fuera del horno en la misma bandeja, porque se nos romperán si queremos levantarlos calientes para llevar a una rejilla. Espolvorear con abundante azúcar glasé tamizado una vez totalmente fríos y guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar los mantecados de chocolate
No vamos a descubrir América avisando de que los mantecados de chocolate son un dulce muy calórico para tomar con moderación. Se pueden disfrutar sin culpa reservándose para los días más señalados en la sobremesa o postre, o si tenemos visitas en casa para acompañar con un café o té. Por su contundencia y sabor profundo a cacao combinan muy bien con una naranja o mandarinas a la hora de la merienda.
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