En las comunidades de catalana y valencia a las empanadillas dulces se las denomina pastissets y son un invento fabuloso. Prepararlos en casa es sencillísimo, la masa no tiene complicación alguna y el relleno, cabello de ángel, se puede comprar en cualquier supermercado. Aunque si te apetece hacerlo casero siempre puedes seguir nuestra receta de cabello de ángel.
Lo más complicado del proceso es cerrar las empanadillas, lo que se llama "repulgar", para que no se salga el relleno y garantizar una cocción adecuada. Pero si no quieres complicarte, siempre puedes usar un tenedor. Eso sí, te aconsejo humedecer los bordes de la masa para que quede bien pegada.
Por supuesto, el relleno admite muchas variantes: desde boniato asado hasta crema de cacao y avellanas, pasando por dulce de membrillo, mermelada o trozos de fruta. Yo no cambiaría esta receta por nada, pero para gustos -ya se sabe- los colores.
Introducimos el aceite, el moscatel, el anís y el azúcar en un recipiente amplio. Mezclamos bien. Agregamos la harina poco a poco, removiendo para integrar -inicialmente- y amasando sobre la encimera cuando se vuelva demasiado densa. Quizás no necesites usarla toda. Dejamos de agregar harina cuando obtengamos una masa consistente, pero maleable y que no se pegue a los dedos, y la dejamos reposar media hora.
A continuación tomamos porciones de la masa y las boleamos. Después las aplastamos, en círculos de unos 10 cm, y colocamos una cucharada de cabello de ángel sobre cada una de ellas. Nos aseguramos de dejar el borde sin cubrir para poderlas cerrar sin problema.
Doblamos un extremo de la masa sobre el relleno, formando medias lunas. Presionamos el borde curvo y lo cerramos haciendo un cordón. Si no tenemos maña para ello, siempre podemos usar la punta de un tenedor para la tarea, pero sin apretar en exceso porque es una masa delicada.
Colocamos los pastissets sobre una bandeja de horno con papel vegetal o un tapete de silicona y los llevamos al horno, precalentado a 220ºC durante 14 o 15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Retiramos la bandeja del horno y, aún en caliente, pasamos los pastissets por un cuenco con azúcar. Para aportar un toque extra de sabor podemos agregar un poco de canela molida. Dejamos que se enfríen antes de servir.
Con qué acompañar los pastissets
Ideales para la merienda o el desayuno, estos pastissets agradecen un vaso de leche bien fresca a su vera. Aunque también se pueden servir en el momento de la sobremesa, con unas copas de licos, una infusión o un café.
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