Cuando os hablé del libro de Floren Domezáin ya os destaqué este postre entre los que más me había llamado la atención así que aprovechando que la explica muy bien, me puse manos a la obra para preparar esta receta de sorbete de tomillo y darle una sorpresa a mi mujer.
El resultado, que ya había probado cuando visitamos el restaurante es tan rico, que aún veo más mérito a la receta de Floren al comprobar lo sencillo que resulta prepararlo con sus explicaciones y conseguir el potente sabor a tomillo en tan refrescante postre. No dejéis de hacerlo.
Siguiendo las instrucciones de Floren, lo primero es preparar una infusión de tomillo. Para ello ponemos en un cazo la leche con el tomillo y una cucharada de azúcar y le damos un hervor de dos minutos.
Después apagamos el fuego y tapamos, dejando infusionar durante media hora. Una vez transcurrido el tiempo para que la leche se infusione, la colamos y la congelamos 1 hora y 45 minutos.
Preparamos el sorbete de limón haciendo un almíbar. Para ello cocemos durante cinco minutos el agua y 80 g de azúcar, y una vez estén bien ligados añadimos el zumo de limón mezclando bien. Congelamos el sorbete durante 1 hora y 45 minutos.
En una batidora, ponemos el sorbete de limón y la leche infusionada semicongelados y batimos bien para que se mezclen, obteniendo una mezcla cremosa y llena de notas aromáticas del tomillo fresco. Servimos en copas decoradas con una ramita de tomillo fresco.
Con qué acompañar el sorbete de tomillo
La receta de sorbete de tomillo es un excelente postre ligero, para rematar una buena comida. Como al hacerlo os aficionaréis a su sorprendente y aromático sabor, también os recomiendo probarlo a la hora de la merienda, en los días de calor que son propios del verano.
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