Son tres ingredientes de verdad de la buena, pues además de los dos mencionados en el título de su nombre sol necesitamos huevos. Es la ventaja del chocolate blanco, que ya nos aporta suficiente dulzor sin tener que añadir más; eso sí, a ser posible, hay que utilizar los mejores ingredientes de calidad que nos podamos permitir.
La receta la fichamos hace tiempo de la cuenta de Instagram de Teresa Vivancos, quien lleva muchos años compartiendo todo tipo de elaboraciones en su red y acaba de sacar a la venta su primer libro en solitario, un canto de amor a su cocina murciana familiar. Este pastel no está en el libro -de murciano tiene poco-, pero es para guardar la receta y repetirla siempre que tengamos antojo de dulce.
Hemos usado un molde redondo de 15 cm, que va bien para compartir en dos tandas en pareja o para repartir entre cuatro o cinco personas sin pasarnos con el tamaño de las raciones. También se pueden hacer en moldes individuales, tipo de magdalena. Es muy suave y esponjoso, y podemos obtener dos texturas ligeramente distintas si el baño maría lo dejamos a media altura, con una base algo más melosa.
Ingredientes
- Chocolate blanco 120 g
- Queso crema tipo Philadelphia a temperatura ambiente 120 g
- Huevo a temperatura ambiente 3
Cómo hacer tarta de chocolate blanco y queso
- Tiempo total 55 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 45 m
Precalentar el horno a 170 ºC con calor arriba y abajo, preparando una bandeja o fuente con agua donde se pueda introducir el molde o los moldes para hacer al baño maría. Separar las claras de las yemas de los huevos.
Derretir el chocolate blanco troceado al fuego suave o microondas, en tandas cortas y potencia media para que no se queme, y añadir el queso crema, siempre que no queme mucho. Combinar con las varillas para que no haya grumos y echar las yemas, mezclando bien.
Montar aparte las claras a punto de nieve suave e incorporarlas en varias tandas con movimientos envolventes. Llenar el molde de 15 cm engrasado o forrado con papel antiadherente y hornear al baño maría 15 minutos. Bajar la temperatura a 150 ºC y hornear 15 minutos más. Apagar, esperar 15 minutos y sacar. Esperar a que se enfríe antes de desmoldar.
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Con qué acompañar la tarta de chocolate blanco
Si somos más golosos siempre podemos espolvorear con un tamiz o colador azúcar glasé, que además decora, o ponerle coco rallado sin endulzar o alguna mermelada casera o almíbar. La fruta fresca también le va de lujo y siempre será más saludable, como fresas o arándanos. Perfecta para la sobremesa con un café o infusión.
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