Una combinación de sabores ganadora es la que se encierra en esta tarta de chocolate con un toque de café, ya que estos dos ingredientes por separado estan buenísimos, pero es que cuando se juntan están de muerte lenta, pues cada uno potencia lo mejor del otro logrando que en vez de enmascarar los sabores se acentúen.
Es por eso que esta tarta con cierto aire rústico, creo que será un éxito seguro cuando la preparéis en vuestra casa, y aunque como este tipo de tartas es un poquito más laboriosa de lo normal, por tener que hacer tres preparaciones por separado, creo que vale la pena cuando queráis hacer un pastel con el que quedar bien.
Comenzaremos preparando la crema de café. Para eso derretimos en el microondas el chocolate blanco y le añadimos en tres veces removiendo con una espátula de silicona el café expreso bien caliente. Una vez que se haya hecho la emulsión, le añadimos la nata fría, removemos, tapamos con un film pegado a la superficie y reservamos tres horas como mínimo en la nevera.
Para el bizcocho de cacao. Para eso precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Engrasamos un molde de 20 centímetros de diámetro con un poco de mantequilla fundida y le ponemos una base de papel de hornear. En el bol de una batidora echaremos la harina, el cacao y el azúcar, así como la levadura y el bicarbonato. Renovemos para que se mezclen los polvos.
Añadimos los huevos batidos, junto con el aceite, la leche y la esencia de vainilla. batimos con las varillas o la pala de nuestra batidora durante cinco minutos, agregamos el agua recién hervida, removemos y echamos en el molde. Horneamos durante 50 minutos aproximadamente. Es una masa muy líquida, no la horneéis en un molde desmontable pues se puede escapar por abajo.
Una vez frío el bizcocho, montamos con una batidora de varillas la crema de café hasta que forme picos. Cortamos el bizcocho con un cuchillo de sierra en tres capas y repartimos la crema de café entre ellas, bien con espáutula o bien con manga pastelera y boquilla rizada.
Para la ganache blanda de cobertura, derretimos el chocolate negro en el microondas o al baño maría, le añadimos en tres veces la nata bien caliente, removemos hasta que emulsione y vertemos por la parte de arriba del pastel. Enfriar en nevera.
Con qué acompañar la tarta de chocolate con un toque de café
Esta tarta de chocolate con un toque de café os sorprenderá por su jugosidad ya que el bizcocho tiene una textura húmeda que no necesita remojarse. Si la van a tomar niños, por su alto contenido en café, os recomiendo que useis café expreso descafeinado, así lo podéis disfrutar toda la familia sin excepciones.
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