Tarta de queso ligera: es una tarta, sí, pero la que menos pesa de todas

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Tartas hay muchas y tartas de queso también, y no me gusta demonizarlas ni tampoco dar a entender que podemos comerlas a diario. Me gusta aligerar la mayoría de las recetas cuando se puede, y no viene mal tener a mano algunos postres que no estén cargados de calorías, pero sigan siendo ricos. Esta tarta de queso ligera es perfecta para los que busquen un bocado dulce sabroso pero que no pese tanto, y además es muy sencilla de preparar.

Después de ver y probar durante meses muchas recetas de tartas ligeras he dado con mi fórmula favorita, con la que os animo a experimentar. No suelo cocinar con edulcorantes como ingrediente así que solo he reducido la cantidad de azúcar, pero si tenéis buenas experiencias con la estevia líquida o algún equivalente, podéis sustituirlo. Lo más difícil de esta tarta es esperar al día siguiente para degustarla.

Un vistazo a…
Tres recetas al horno fáciles y rápidas, para comer bien sin despeinarse

Ingredientes

Para 1 unidades
  • Huevos L 2
  • Clara de huevo 3
  • Azúcar o edulcorante 40 g
  • Sal 1 g
  • Esencia de vainilla 5 ml
  • Ralladura de limón 2 g
  • Queso fresco batido desnatado 500 g
  • Yogur natural desnatado edulcorado 500 g
  • Almidón de maíz (maizena) 60 g
  • Mermelada de fresa o compota sin azúcar

Cómo hacer tarta de queso ligera

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 50 m
  • Reposo 8 h

Precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde redondo desmontable, de unos 22 cm de diámetro. Si es más estrecho saldrá más gordita, si es más ancho saldrá más finita. Cubrir el fondo con papel sulfurizado antiadherente y engrasar los bordes.

Disponer los huevos y las claras en un recipiente, añadir el azúcar o edulcorante y batir con batidora de varillas hatsa que quede bien espumoso. Incoroporar la sal, la vainilla, la ralladura de limón, el queso fresco y los yogures escurridos. Batir un poco más y echar el almidón de maíz. Volver a batir con suavidad hasta que no queden grumos.

Llenar el molde con cuidado y hornear durante unos 40-55 minutos. El margen que indico es amplio porque depende del molde y del horno; yo necesité casi una hora completa. Cuando lleve media hora, vigilar que no se queme demasiado por arriba, tapar con papel de aluminio si fuera necesario y volver a destapar al final para que se cuaje bien por el centro. Bajar un poco la temperatura del horno si fuera muy potente.

Pinchar con un palillo en el centro, debe salir casi limpio. Aunque parezca aún húmedo, se asentará con el reposo. Esperar fuera del horno a que se enfríe un poco, sacar el anillo del molde con cuidado y dejar enfriar del todo. Tapar con plástico film y dejar toda la noche en la nevera. Servir con mermelada sin azúcar o compota casera y fruta.

Con qué acompañar la tarta de queso ligera

A la hora de servir esta tarta de queso ligera, cortar las porciones con cuidado y separándolas bien para no romperlas. Es un postre o merienda estupendo servida bien fresquita, con fruta fresca de temporada. También se puede acompañar de un poco de chocolate negro fundido, o añadir unas hojas de menta.

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