Es una lástima que la temporada de fresas no dure todo el año, porque esta tarta de requesón con fresones nos gustó tanto a todos que sería estupendo poder disfrutarla en cualquier estación. La mezcla de sabores es de lo más acertada, pero creo que la próxima vez la combinaré con otra fruta, por ejemplo con melocotones.
Además, es una receta muy fácil de preparar. Incluso, si vamos justos de tiempo, podemos hacer y hornear la masa quebrada con antelación.
Empezamos poniendo a escurrir el requesón en un colador. Después, preparamos la masa quebrada amasando todos los ingredientes, hasta que nos quede una masa lisa. La envolvemos con papel film y la dejamos reposar en la nevera unos 15 minutos.
Mientras, hacemos el relleno: batimos la mantequilla con el azúcar y las yemas, hasta obtener una mezcla espumosa. Añadimos la ralladura y el zumo de limón, la nata líquida espesa, el petit suisse y el requesón. Aparte, batimos las claras a punto de nieve y, junto a la maizena, las incorporamos a la mezcla de requesón, realizando movimientos envolventes.
Precalentamos el horno a 180 ºC. Extendemos la masa quebrada y revestimos con ella un molde de cremallera previamente untado con mantequilla. La cubrimos con papel sulfurizado, la rellenamos con algún peso, por ejemplo legumbres, y la horneamos diez o doce minutos. Después, retiramos las legumbres y el papel y horneamos cinco minutos más, para que la masa se seque por completo. Por último, rellenamos el molde con la crema que requesón y horneamos una hora, aproximadamente.
Lavamos los fresones, les quitamos el rabito y los cortamos. Sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar antes de desmoldarla. Por último, distribuimos los fresones sobre ella y la espolvoreamos con azúcar molido.
Con qué acompañar la tarta de requesón con fresones
El contraste de la masa quebrada, ligeramente crujiente, con el relleno cremoso, resultó ser una combinación deliciosa. Nosotros comimos esta tarta ligeramente templada, pero fría al día siguiente estaba igual de buena. Esta tarta de requesón con fresones puede acompañarse con nata montada, servida en un bol aparte, para que cada comensal pueda ponerse la cantidad que desee.
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