En Suiza, como en tantos países centroeuropeos, el verano se aprovecha para dar buena cuenta de las frutas que colman los mercados, y no faltan las tartas y pasteles que alegran los días estivales. Las llamadas wähe -solo en alemán suizo-, son una especialidad muy apreciada en todo el país con diferentes variaciones, pero esencialmente simples y que se prestan a usar cualquier fruta. En esta tarta de higos y ciruelas logramos una combinación deliciosa que apenas necesita azúcar añadido.
Puedes usar una masa quebrada comprada o hacer otra receta más golosa, al estilo francés de masa brisa, si la prefieres más dulce, ya que en esta ocasión no añadimos nada de azúcar a la base. Escoge la mejor fruta que puedas encontrar, fresca, dulce y aromática, y cambia las almendras por otro fruto seco si prefieres darle un sabor diferente, por ejemplo con avellanas o nueces. Hay que dejar enfriar y asentar la tarta antes de servirla; es lo único verdaderamente difícil de esta receta.
Mezclar en un robot de cocina a mano, con un tenedor o similar, la harina y la almendra con la sal y añadir la mantequilla cortada en cubitos. Machacar hasta formar una textura de migas y añadir el agua fría con la mitad de la esencia de vainilla. Trabajar hasta tener una masa homogénea y lisa y envolver en film. Dejar en la nevera un mínimo de 30 minutos.
Precalentar el horno a 220ºC con ventilador. Engrasar un molde de tarta rizado de unos 25-28 cm de diámetro. Estirar la masa con un rodillo, sobre papel antiadherente o una mesa enharinada, y forrar el molde. Recortar los excesos que sobren y recomponer la masa en las partes que haga falta, si es necesario. Espolvorear con dos cucharadas de almendra molida, pinchar con un tenedor el fondo y llevar a la nevera.
Batir con unas varillas los huevos y la panela o azúcar, hasta que se disuelva. Añadir la vainilla, la leche y la sal, batiendo ligeramente a mano hasta tener una mezcla homogénea.
Lavar y secar la fruta. Retirar posibles partes dañadas, pero no pelarlas. Cortar los higos en cuartos y las ciruelas, sin el hueso, en gajos finos o trozos. Sacar el molde, distribuir la fruta en círculos concéntricos sobre la masa y verter, con cuidado, la mezcla líquida.
Hornear 10 minutos, añadir unas almendras laminadas por encima (opcional) y bajar la temperatura a 200ºC. Si se dorase muy rápido, bajarla después a 180ºC. Continuar horneando durante unos 30-35 minutos en total. Puede que esté un poco líquido el relleno por arriba, por los jugos de la fruta, pero al enfriarse se asentará.
Con qué acompañar la tarta de higos
Este estupendo postre con higos y ciruelas no necesita nada más para disfrutarse en la sobremesa o la merienda, incluso apetece mucho en un desayuno sin prisas en casa. Podríamos coronarlo con una bola de helado de vainilla o con algo de nata o crema fresca, o yogur griego, pero realmente lo vemos innecesario. Marida bien con café, una infusión aromática, leche fría, vino fresco, sidra o una copa de Oporto.
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