Si la pastelería no es lo tuyo a veces resulta complicado conseguir una tarta en condiciones. Qué si su base de masa quebrada, qué si la crema, qué si el glaseado por arriba, son muchas las preparaciones que algunas veces un pastel necesita.
Sin embargo con esta tarta mágica de vainilla y fresas este problema quedará resuelto, pues con una sola masa conseguirás tres capas diferenciadas en la misma tarta, y lo más importante, casi sin esfuerzo. Una masa base abizcochada, una crema de relleno y una capa superior suave y que da aspecto de cobertura ¿Parece increíble? ¡Pues no! Es sencillísima.
Comenzaremos precalentando el horno a 150 grados con calor arriba y abajo. Después picamos las fresas limpias en trozos menudos. Reservamos. Raspamos la vaina de vainilla y dejarla infusionar en la leche. Con los diez gramos de mantequilla engrasamos un molde desmontable y le ponemos papel de hornear en su base. En un bol hacemos fundir la mantequilla restante en el microondas.
Separamos claras y yemas de los huevos y montamos las claras con el pellizco de sal hasta que estén firmes. Reservamos. En otro bol montamos las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas y blanquecinas, añadimos la mantequilla fundida poco a poco, la harina y la leche, todo sin dejar de batir.
Cuando la pasta esté lisa incorporamos los dados de fresa y seguidamente las claras a punto de nieve, removiendo suavemente hasta que no veamos grumos. Horneamos durante 50 minutos. Una vez fuera del horno dejarlo enfriar dos horas como mínimo en la nevera antes de servirlo.
Con qué degustar la tarta mágica de vainilla y fresas
La tarta mágica de vainilla y fresas es perfecta para tomar acompañada de frutoss rojos y unas hojas de hierbabuena. Os aconsejo la degusteis bien fresquita.
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